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Absuelven por falta de pruebas al 'segundo violador del Eixample'

El conocido como segundo violador del Eixample, Alejandro Martínez Singul, ha sido absuelto de un delito de tentativa de abusos sexuales y de una falta de lesiones, hechos por los que fue juzgado el pasado 16 de abril, ante las dudas mostradas por la víctima en el pleno reconocimiento del acusado.

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El conocido como segundo violador del Eixample, Alejandro Martínez Singul, ha sido absuelto de un delito de tentativa de abusos sexuales y de una falta de lesiones, hechos por los que fue juzgado el pasado 16 de abril, ante las dudas mostradas por la víctima en el pleno reconocimiento del acusado. 

Singul fue enjuiciado en el Juzgado de lo Penal número 16 de Barcelona, en medio de una gran expectación mediática, después de que la Fiscalía le hubiera acusado de haberse masturbado e intentado manosear a una pasajera de un tren de cercanías de Barcelona, en mayo de 2008, aprovechando que aquélla se había quedado dormida. 


La fiscalía imputaba a Singul un delito de abuso sexual en grado de tentativa y una falta de lesiones, con la agravante de reincidencia, por lo que pidió una condena de once meses y 29 días de cárcel, una orden de alejamiento de la mujer durante tres años, una multa de 720 euros y una indemnización de 424 euros. 

No obstante, la juez ha absuelto a Martínez Singul de estos cargos al señalar en la sentencia que tiene “serias dudas sobre la correcta identificación del acusado como autor de los hechos” y por la ausencia de “otros medios de prueba que al menos pudieran situar al acusado en las inmediaciones del lugar” donde se produjeron, en la estación barcelonesa de Arco del Triunfo. 

Subraya la juez que la víctima no denunció inmediatamente los hechos, ocurridos el 29 de mayo de 2008, sino que lo hizo el 11 de junio, después de ver noticias por televisión en las que aparecía la fotografía del acusado como el segundo violador del Eixample, en una imagen que además tenía unos quince años de antigüedad. 

Resalta también la magistrada la paradoja de que la testigo afirmara que reconoció al acusado “por la mirada”, pero que al ser preguntada por el abogado defensor, no recordó si en la imagen llevaba gafas o no. 

Finalmente, la juez tiene en cuenta que en la rueda de reconocimiento judicial, la testigo no señaló con total seguridad al procesado, y que en el juicio atribuyó dicha confusión al hecho de haber trabajado por la noche. 

Además, la víctima se negó a volver a identificar en el propio acto del juicio a Martínez Singul, con la debida protección, tras una petición en este sentido que hizo el Ministerio Fiscal.

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