15 metros cuadrados que llenan de ilusión cada día a 12 corazones que empiezan a latir a la vida. En esos 15 metros de bondad trabaja Víctor Manuel Fernández, el tendero de Casa Víctor, una tienda situada desde hace poco más de cinco años en el túnel de Santiago, muy cerquita del comedor social Virgen de Valvanuz y junto a la Asociación de Belenistas de Cádiz Estrella de Oriente.
Eso es él. Una estrella que ilumina cada mañana a una docena de familias de Cádiz, a las que diariamente ayuda para que a los niños no les falte el desayuno que llevan al colegio.
Pero lejos de conformarse con eso Víctor da la voz de alarma, e invita a otros compañeros a que se sumen a la causa, “porque la lista de menores que maneja Asuntos Sociales es interminable y yo no puedo asumir más”, dice emocionado mientras acaricia la hucha que ha colocado en el mostrador de su humilde tienda para que sus clientes depositen el donativo que consideren. “Lo que recaude en esta hucha será para esos niños, no sólo para alimentarlos; lo emplearé en comprarle zapatos, en cortarles el pelo o lo que necesiten”.
Como caracteriza a los humildes, Víctor se despoja de cualquier medalla y cede todo el protagonismo a las entidades que “colaboran conmigo, porque de lo contrario esto no sería posible”. Mientras pronuncia esta frase, vecinos de la zona lo piropean y le piden que diga la verdad: “Esos niños pueden desayunar porque tú eres quien tira del carro e insiste a las empresas para que continuen ayudando”, dice una clienta.
En próximas fechas, Víctor contará con la ayuda del pintor Cecilio Chaves que donará uno de sus cuadros para que organice una rifa cuyos fondos irán también para los niños. La Asociación Reyes Magos también se ha comprometido a colaborar con él para que ninguno de esos menores se quede sin juguetes y la Asociación de Belenistas Estrella de Belén cederá el local para que allí se celebre la fiesta de entrega de juguetes por parte de Sus Majestades. Y es que, como dice Víctor, “con voluntad, se puede, no podemos esperar a que la solución venga de los políticos, porque mal vamos”.