Tanto Greenpeace como un importante número de ciudadanos de Tarifa, agrupados en la Asociación Tarifa Sí, apuestan por un crecimiento racional de su municipio y consideran que existe una clara alternativa al macropuerto, que pasa por la reordenación del espacio portuario existente tanto en Tarifa como en Algeciras, sin alterar el exitoso modelo turístico actual.
“La pelota está en el tejado del Ministerio de Elena Espinosa y desde Greenpeace reclamamos al Estado que niegue la autorización ambiental a este proyecto de ampliación del puerto que afectaría irreversiblemente a los hábitats y especies del valioso entorno del Estrecho”, según Pilar Marcos, responsable de la campaña de Costas de Greenpeace. Además, la organización ecologista ha reclamado tanto a la APBA como al Ministerio de Medio Ambiente que informe públicamente del estado de tramitación real del puerto.
La APBA justifica el proyecto “en las expectativas de crecimiento que experimentan tanto la actividad portuaria como el municipio, lo que obliga a plantear nuevos retos, argumentos con los que los promotores tratan de ganar las simpatías de la población”.
