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Rescatando valores

Me niego a aceptar la afirmación de que todos los políticos son iguales porque hay muchos que hacen muy correctamente su trabajo

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Confianza es la seguridad que tenemos en las buenas intenciones de los demás. Los confiados darían para construir un país mejor, personas que creen en su prójimo. Son ese último reducto que no mira con recelo a quien se acerca para preguntar una dirección o para pedirle dinero porque haperdido el del autobús para volver a casa. Claro que hasta el diccionario los descalifica como crédulos, imprevisores, presumidos. Convirtiéndolos en los que hicieron un depósito a plazo por un juego de sartenes o el que va por ahí pagado de sí mismo. Habría que corregir el diccionario o la sociedad que lo produce o las dos cosas. Porque esos confiados piensan en dar oportunidades a los que les rodean y el día que el último desaparezca se hará definitivamente cierto ese dicho de que la confianza da asco.
Así que cuando encuentras que alguien ha sido engañado por su buena fe y no porque quería ser más listo que el otro o por codicia, nos arriesgamos a perder un valor, el de la confianza e inevitablemente el de la honestidad. Acudiendo a otro refrán: “la mujer del César no sólo debe ser honrada sino parecerlo”. Me parece que es tiempo yhora que tanto la mujer del César como el mismo César dejen de parecer honrados y empiecen a serlo para que en España cuenten más los honestos y confiados que los mentirosos y los corruptos. Me niego a aceptar la afirmación de que todos los políticos son iguales porque hay muchos que hacen muy correctamente su trabajo, lo que tenemos que construir son las condiciones para dificultar y eliminar las prácticas nocivas de tantos que no dejan espacio en los titulares de los periódicos para otra cosa que no sea la unión de política y corrupción. Si un presidente de las cortes valencianas y conceller se acerca a tu casa porque tu mujer ha muerto en el accidente de metro de Valencia que sea para asegurarte que hará lo posible para averiguar si se ha cometido alguna negligencia y que subsanará los defectos que pueden hacer que un horror así vuelva a repetirse. No para amortiguar tu pena ofreciéndote un trabajo en la administración, aunque no esté diciéndote claramente que lo hace como contrapartida a tu silencio. Además debe hacerlo en su condición de político, persona que por elección popular está a tu servicio y no decir que lo hacía a título personal, porque los que no formamos parte de los elegidos para servir a su pueblo no podemos ofrecer puestos en la administración.
No me extraña que después de estas visitas pudiera considerársele persona non grata en las concentraciones de los familiares de las víctimas.

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