La Gerencia de Urbanismo se ha visto obligada a paralizar la instalación de los toldos en la Plaza del Pan tras haberse detectado que no había solicitado el preceptivo permiso a la Comisión Local de Patrimonio. Ahora ha de retrotraerse el proyecto al punto de partida. El retraso acumulado podría ser irrecuperable y está en peligro una inversión de 56.511 euros.
El Ayuntamiento, a través de la Gerencia de Urbanismo, aprobó hace un mes (finales de mayo) el inicio de la tramitación administrativa para el contrato de las obras de montaje y desmontaje de toldos en la Plaza de Jesús de la Pasión, la Plaza del Pan, atendiendo la reiterada solicitud de vecinos y asociaciones de comerciantes del Centro después de que el año pasado se quedara fuera del programa de sombra en espacios públicos por falta de presupuesto.
Este año se ha contratado el montaje y desmontaje de la estructura portante y de los toldos en esta plaza por un valor de 56.511 euros. Habitualmente, el material utilizado para los toldos está compuesto de fibra de poliéster recubierta de PVC y la sujeción se lleva a cabo mediante cables de acero trenzado o alambres de gran resistencia.
Hace un mes se anunció que de forma inmediata se iniciarían los trabajos de cimentación para el anclaje de los postes de sujeción de los toldos. Por las especiales características de la Plaza del Pan los toldos no pueden colocarse de fachada a fachada, ni tampoco con el método que se suele emplear en la Campana, en que se clavan postes metálicos portátiles en el suelo, en oquedades que luego se tapan cuando se retiran los toldos una vez pasado el verano.
Y es que la Plaza del Pan está surcada por numerosas redes de los servicios básicos de la ciudad. Por ello, el sistema elegido ha sido una especie de grandes sombrillas sustentadas por un mástil central.
Cimentación
El siguiente problema técnico a resolver era que por las dimensiones de las sombrillas se necesitaba dotar a sus soportes de una base lo suficientemente pesada como para evitar un posible vuelco de las mismas por el viento o por el efecto vela.
Por tanto, había que realizar una cimentación de hormigón armado bajo el pavimento, de unos 3,5 x 3,5 metros de lado por un metro de profundidad.
Iniciados los trabajos, han tenido que ser paralizados al descubrirse que la Gerencia de Urbanismo, englobada en el mismo departamento municipal que Cultura, no había solicitado la preceptiva autorización de la Comisión Local de Patrimonio, obligatoria porque conforme al Plan Especial del sector toda la zona está sujeta a cautela arqueológica.
Urbanismo habría sobreentendido que ese permiso no era necesario al haberse realizado durante el mandato de Monteseirín, con motivo del proyecto “La piel sensible”, una campaña de excavaciones arqueológicas en la que, entre otros, se produjo el hallazgo de la cisterna romana de la Plaza de la Pescadería.
Sin embargo, el Plan Especial de Protección del sector, redactado con posterioridad a la ejecución del proyecto “La piel sensible”, mantiene que la Plaza del Pan y su entorno son zona de cautela arqueológica, una circunstancia que la Gerencia de Urbanismo no ha tenido en cuenta durante todo el proceso: diseño, informes técnicos, licitación y adjudicación del proyecto de obras para la instalación de los toldos.
La obra está paralizada y la Gerencia debe presentar un informe técnico que justifique, al menos en este caso, la innecesariedad de mantener la cautela arqueológica, pese a lo dispuesto en el Plan Especial; iniciar un nuevo expediente arqueológico y, en fin, esperar el dictamen de la Comisión Local de Patrimonio.
Toda esta tramitación administrativa requiere de tiempo, por lo que no se sabe cuándo será posible reiniciar los trabajos, si es que la Comisión da su visto bueno. De momento ya ha entrado el verano y la Plaza del Pan sigue igual que el año pasado: sin toldos y a pleno sol.