La consejera de Cultura, Rosa Aguilar, ha anunciado este lunes que tras la declaración de los Dólmenes de Antequera como Patrimonio Mundial de la Unesco se abren "nuevos retos" para que estén "en óptimas condiciones" y ha explicado que habrá un programa de actividades educativas y que los presupuestos autonómicos para 2017 incluirán un "esfuerzo" para los Dólmenes.
Así lo ha dicho Aguilar en una entrevista en Canal Sur Televisión, recogida por Europa Press, en la que también ha contado cómo la delegación andaluza que viajó a Estambul (Turquía) con motivo de la sesión del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco que declaró los Dólmenes como Patrimonio Mundial vivió el golpe de estado que sufrió el país en la noche del pasado viernes. "La tranquilidad ganó al temor", ha resumido.
Aguilar ha mantenido que la declaración fue "un subidón" por la misma en sí pero también por la intervención previa de representantes de once países que ensalzaron el "trabajo extraordinario" que la comunidad científica, los trabajadores de los dólmenes y las instituciones han hecho a lo largo de los últimos años.
La consejera ha subrayado que "si no se hubiera trabajado bien, la Unesco no hubiera dado esa declaración" y ha adelantado que ahora empieza una "nueva etapa" en la que la Junta va a trabajar "de forma decisiva" y que los "nuevos retos" del bien pasan ahora porque todo esté "en las óptimas condiciones". Ha explicado, asimismo, que se pondrá en marcha un programa de actividades educativas para los niños, a los que "tenemos que dejar este legado mejor que lo hemos recibido".
Con respecto a la inversión presupuestaria, ha señalado que la Junta va "a llegar a lo más que podamos" y ha recordado que Andalucía tiene seis bienes Patrimonio Mundial de un total de 45 en el conjunto del país.
Además de la declaración, Aguilar ha explicado en la entrevista la experiencia de haber estado en Estambul durante el golpe de estado y ha señalado que cuando apenas habían pasado unas horas desde que "el sueño se hizo realidad" y sin que "casi nos hubiera dado tiempo a disfrutar de ella", a la delegación andaluza le tocó "vivir casi en primera línea" esa situación.
Algunos miembros de la delegación habían salido a dar un paseo a la zona de Asia de la ciudad y fue al cruzar el puente, de regreso, cuando empezaron a ver un "movimiento extraño" y "muchos controles de policía", lo que les llevó a pensar que habría una nueva amenaza de atentado o "algo de esas características", pero no un golpe de estado.
Aguilar ha detallado que cogieron un taxi para regresar y que fue cuando llegaron al hotel cuando conocieron que se trataba de un golpe de estado militar. Desde el hotel, próximo a la Plaza Takxim, vieron "casi en primera línea", explosiones, tiroteos y aviones durante toda una noche que se hizo interminable.
La consejera ha explicado que fueron "conscientes de la situación que se estaba viviendo y de que había que transmitir calma y no crear más alarma" entre las familias y amigos en España. "Si decimos que no se sintió miedo es que no somos seres humanos, nuestro corazón latía un poco más aprisa, pero también teníamos la plena convicción de que había que mantener la tranquilidad", ha admitido la consejera, que, no obstante, ha señalado que "la preocupación fue más fuerte que el miedo".
Aguilar ha aseverado que ella, en parte, se sentía "responsable de la delegación" andaluza pero ha ensalzado que todo el mundo se hubiera "adaptado" a la situación, calmado "los nervios" y que "la tranquilidad ganó al temor".
EUROPA DEBE ESTAR ATENTA
La consejera también ha advertido de que los turcos que se echaron a la calle en gran medida en respuesta a la llamada de los imanes y ha subrayado su certeza de que hay "muchos más muertos" que los que, por el momento, dicen las cifras oficiales. De la misma forma, ha explicado que aquella noche, desde España, les llegaban informaciones que "daban la impresión de que todo estaba controlado y arreglado" pero que la realidad no era esa sino que "todo continuaba".
Así, ha rechazado como ha afirmado el presidente turco Erdogan, que el golpe haya sido "un regalo de dios" y ha advertido del "recorte de derechos y libertades" que "el pueblo turco va a sufrir", por lo que ha pedido a Europa que dé "la talla" y vigile las posibles repercusiones.
"Cuando pasen algunos días sabremos la magnitud de la noche del viernes y Europa debería estar atenta a que no signifique menos oportunidades y derechos para el pueblo turco, que sufre mucho", ha concluido.