Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización de distribución y venta de droga sintética, concretamente la conocida como droga caníbal, en gimnasios del municipio sevillano de Alcalá de Guadaíra, en una operación en la que se han incautado de más de 500 dosis de sustancias estupefacientes y han sido detenidas tres personas, entre ellas el cabecilla del la organización.
Según informa la Jefatura Provincial en un comunicado, la investigación se inició hace unos meses debido a las numerosas quejas vecinales que se recibieron en la comisaría de Alcalá de Guadaíra, poniendo en conocimiento la ingesta de drogas sintéticas por menores de edad, cuyos efectos secundarios eran crisis de pánico tras su consumo. Los menores son los principales consumidores de esta droga debido a su escaso valor en el mercado.
Los agentes iniciaron una investigación, que culminó a principios del presente mes de julio con la detención de tres personas, entre ellas el dueño de una tienda de venta de semillas de marihuana y cabecilla de la organización, y de tres registros domiciliarios.
Junto a las 500 dosis de sustancias sintéticas, se encontraron anabolizantes, marihuana, una balanza de precisión, dinero en efectivo y varios documentos en los que los vendedores de la droga llevaban la contabilidad de las ventas que realizaban.
Como resultado de las diligencias practicadas, los investigadores tuvieron conocimiento de que estaban ante un grupo criminal que se dedicaba a la venta de sustancias estupefacientes sintéticas (en este caso se trataba de derivados de la catinona), anabolizantes y marihuana, que distribuían en gimnasios de la localidad. El cabecilla de la organización se aprovechaba de la tienda de venta de semillas de marihuana que regentaba, para dar legalidad a los productos sintéticos que adquiría para la posterior elaboración de las drogas sintéticas.
Este tipo de drogas sintéticas que distribuían y vendían los investigados, son cada vez más comunes en el mercado ilícito, por su menor precio y una mayor distribución entre un público más joven. Según la Policía, sus efectos secundarios incluyen "casos de extrema violencia, incluso con actos de canibalismo, constituyendo un serio atentado contra la salud pública".