Los sindicatos Acaip, APFP, CSI-F, y UGT con representación en el centro penitenciario de Puerto III, en El Puerto de Santa María (Cádiz), han manifestado el "profundo malestar e indignación que ha cundido entre la plantilla" porque "ningún cargo directivo de los tres centros penitenciarios que hay en la ciudad participara en la concentración de apoyo y solidaridad a los seis funcionarios agredidos por un interno, que se celebró el pasado día 28 de julio.
En una nota, los sindicatos han recordado que en diciembre de 2015, directivos de los centros penitenciarios sí participaron en una concentración organizada en las puertas de los centros penitenciarios en apoyo y solidaridad a los policías que sufrieron un atentado en la embajada española en Kabul.
Por ello, han criticado que "están presentes cuando se tratan de miembros de otros colectivos del Ministerio del Interior y no participan en los actos de apoyo que tienen como destinatarios trabajadores de nuestro colectivo, de nuestro propio centro de trabajo y organizada por sus compañeros".
Asimismo, han criticado que "entorpecieran y obstaculizaran la labor de los medios de comunicación, pareciendo que el lema a seguir es que cuanto más lejos permanezcan los periodistas de los trabajadores penitenciarios, mucho mejor".
Por otra parte, los sindicatos han lamentado que aunque "hace ya más de dos meses que dimos la voz de alarma" de la situación que se vivía en el departamento de Régimen Especial donde se produjeron los hechos, "haya sido necesario que se produjese un incidente de especial gravedad para que, cuatro días después de la brutal agresión sufrida por seis funcionarios, todos ellos en situación de baja laboral, la dirección del centro emita una orden por escrito que contiene el Protocolo de Actuación con internos catalogados como muy peligrosos.
No obstante, han añadido que, "aunque no recoge toda la problemática existente, sí es un claro avance para evitar nuevas agresiones por parte de estos peligrosos y violentos internos".
En este sentido, han explicado que "en estos momentos se ha dotado a los funcionarios que tienen a su cargo internos extremadamente peligrosos y violentos de un procedimiento a seguir y se ha procedido a instalar cabinas de teléfono en todos los patios que utilizan dichos internos, para evitar, en lo posible, trasiegos de unas zonas a otras".
