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Viruca Yebra da el salto a la novela con 'El fuego del flamboyán'

La escritora y periodista Viruca Yebra ha escrito miles de crónicas en su carrera profesional como periodista. Ahora, se atreve con una novela.

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  • La periodista y escritora -

Viruca Yebra  ha escrito miles de crónicas en su carrera profesional como periodista. Ahora, se atreve con una novela, El fuego del flamboyán, que es la crónica de la emigración gallega a Cuba durante la II República.  Mezcla realidad  y ficción y está cargada de pasiones y sentimientos. El honor,los valores y  la lealtad están presentes en este libro, donde su protagonista,  un abogado liberal y culto, esconde un secreto guardado bajo llave durante años que, de revelarse, supondría un escándalo para la aristocracia de los años treinta.

El fuego del flamboyán es la crónica de la emigración gallega a Cuba durante la II República. ¿Por qué eligió este tema?

- Bueno en realidad me ha elegido el tema a mí. Me interesaba investigar sobre la Segunda República porque  tenía unas nociones muy ambiguas de este periodo de la historia. Decidí que esa era la época y además todo mi interés era no meterme en la guerra que es un tema muy manido.

¿Que destacarías de tu novela?

  -Es una novela llena de sentimientos, de pasiones y muy visceral. Eso hace que los lectores la vivan en primera persona. Se sufre, se ama y se llora con los personajes del libro. Mi intención es que cuando acaben la novela me digan que quieren seguir leyendo, que les da rabia que se acabe. Algunos me dicen que la vuelven a leer, para empaparse de todos los matices que se les han podido pasar. Para mí eso es muy importante y también que engancha desde el primer momento.

¿Qué personaje es el que más le gusta?

  –Mi personaje preferido es Antonio por su gran personalidad y carisma. Por ser un hombre liberal, tolerante y culto, que dedica su vida a hacer el bien a los que le rodean. Todo esto sin dejar de ser un hombre atractivo y emprendedor.

La novela, editada por Almuzara,  está basada en hechos reales y testimonios de hombres y mujeres, famosos y desconocidos. ¿Está también relacionada con su familia?

  -  Si tiene relación pero solo al principio, Mi abuelo se fue a Cuba con 15 años y volvió para casarse con mi abuela. Todo lo demás, hay entrelazada ficción y realidad . Condenso muchas historias reales que entrelazo con ficción . Se trata de una novela coral de ahí que haya muchos personajes, pero todos ellos se van uniendo porque tienen vínculos familiares. El hilo conductor solo son dos personajes Antonio y Tino.

Usted escribe de lealtad, de honor, de nobleza. ¿Qué está pasando en el mundo para que se estén perdiendo estos valores?

   - El honor, la nobleza de espíritu y la rectitud es denominador común en los personajes principales. Pero como en la vida real también hay maldad, intriga, egoísmo, oportunismo, fanatismos, injusticias, maltrato, envidias, venganzas. En fin de todo. No creo que este mundo sea peor que aquel, ni mucho menos. Creo que el de antesl era más mísero y por eso cualquier actuación buena o mala se notaba más.

Los malos tratos también están presentes. ¿Se están tomando las suficientes medidas para erradicar esta lacra social?

  –Creo que se hacen muchas cosas, aunque vemos cada día que son insuficientes. Para mí es un problema de educación desde la cuna. De lo que se ve en tu propia casa. De crecer con la agresión psicológica o física . Desde la infancia todos tenemos que estar atentos a las agresiones de género y no relativizar absolutamente nada. Si un agresor en potencia se le enseña que eso no es tolerable puede tomar conciencia de ello cuando su instinto le lleve a actuar de esa forma. Pero si se le ríe la gracia desde pequeño, no podemos esperar que de adulto se comporte de otra forma . Por eso creo que en las casas y en las escuelas hay que vigilar estos comportamientos.

¿De qué forma se puede combatir el discurso xenófobo contra la emigración que está imperando en USA, con Donald Trump, y en algunos países europeos con algunos  políticos de extrema derecha?

  -El discurso xenofobo solo se combate con educación y bien estar . De todos modos mientras los países no se tomen en serio una ayuda real a los países más desfavorecidos, las emigraciones no van a cesar y los problemas a este respecto seguirán existiendo.

Usted vivió intensamente toda la época del gilismo en Marbella. Incluso se enfrentó a él subiéndose a un tejado para protestar. ¿Cómo fueron aquellos años?

-Uff aquella época fue muy  dura para mí. Cada día me levantaba con un problema. Prefiero no recordarla. Pero como siempre me decía mi padre: nada es eterno y al final las cosas se ponen en su sitio. Y aunque no lo creas los malos siempre reciben de lo que siembran.

¿A qué escritor, vivo o muerto, se llevaría usted  a Marbella?

     -Me he llevado ya a muchos escritores y a otros profesionales del mundo de la cultura, pero me hubiera encantado conocer a Jane Austin. De los vivos a Ken Foller.

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