La coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer, Josefa Moreno, ha presentado hoy una campaña de sensibilización social contra la violencia machista en el ámbito educativo, que ha sido elaborada por madres y menores supervivientes de la violencia de género, acogidas en la red de centros de atención integral y acogida del IAM. La iniciativa, compuesta de material audiovisual didáctico para su uso en las aulas como proyecto coeducativo, prevé llegar a toda la comunidad educativa de infantil y primaria, que supera las 1.800.000 personas en Andalucía.
El proyecto, llamado 'La tribu de Igu', tiene como eje principal a Igu, un simpático monstruo de la igualdad, y a un grupo de niñas y niños que le acompañan, y que invitan a todo el público a unirse a su tribu. El proyecto consta de diez microvídeos para redes sociales, 15 memes (mensajes en redes) coeducativos y 15 imágenes para redes (GIFs), además de 1.000 kits coeducativos (pegatinas, agendas escolares, bolsas de tela, postales,...), que han sido elaborados a partir del trabajo realizado en una fase previa en los centros de acogida.
De este modo, 2.507 personas, 1.231 de ellas mujeres y 1.276 menores, de toda la comunidad han participado durante meses en talleres lúdico-educativos para niñas y niños (cuentacuentos coeducativos, juegos y taller creativo para reescribir los cuentos); actividades de psicoeducación y deconstrucción del amor romántico para las madres y talleres mixtos en los que madres e hijas e hijos han aportado de manera conjunta sus soluciones creativas ante la realidad social sexista. El trabajo ha dado como resultado un libro viajero coeducativo, que ha recorrido las casas de acogida de las ocho provincias, y que contiene dibujos y mensajes de las propias personas acogidas aportando una visión crítica e igualitaria. Tanto los dibujos como los mensajes vendrán recogidos en los microvídeos, locutados con sus propias voces.
Con ello, el proyecto pretende, de un lado, concienciar a la población infantil y al profesorado sobre la importancia de la coeducación como herramienta para prevenir la violencia de género. Y, por otro, transformar el papel de víctimas de las personas acogidas en agentes de cambio de la sociedad, otorgándoles un papel protagonista en la generación de nuevos valores sociales igualitarios.
