Los colegios afectados por los cambios de las adscripciones a institutos que se aplicarán para el próximo curso 2017-2018 siguen en pie de guerra para exigir a la Junta de Andalucía que reconsidere su decisión. De esta manera, este miércoles las protestas se trasladaron al Jerez Rural, con una marcha desde Lomopardo hasta Los Albarizones para denunciar los perjuicios de la medida adoptada por la Delegación territorial de Educación. Una protesta que fue secundada por las ampas de los CEIP La Ina, Lomopardo, Gibalbín y a la que también se unieron padres del colegio Nuestra Señora de La Paz, en La Asunción.
Los padres recorrieron hasta tres kilómetros de la A-2004 ocasionando en algunos momentos retenciones de tráfico para exigir a la Administración andaluza que rectifique. Lo hicieron portando pancartas en las que apelaban a que “La opinión de los padres cuenta”, reivindicando así su papel en este conflicto. No hay que perder de vista que, tal y como han advertido las familias en las últimas semanas, algunos alumnos tendrán que desplazarse hasta el instituto de La Barca para continuar con sus estudios y en algunos casos estos estudiantes deberán recorrer cada día más de 60 kilómetros para estudiar en el nuevo centro de referencia, tras dejar de corresponderle el IES Fernando Quiñones. Desde la AMPA del CEIP La Ina consideran los cambios un “atropello de los derechos del alumnado, ya que como venimos diciendo les van a aumentar el número de kilómetros que realizan al día”, señalan.
Estas familias avisan que continuarán reivindicando sus derechos y seguirán dando pasos para defender a los alumnos de este centro, “y no solo a los alumnos, sino al propio centro, ya que un año tras otros los ataques y recortes no cesan en este centro", apostillan
Un acuerdo de la comisión
Por contra, desde la Junta, el delegado territorial de Educación en Cádiz reitera que “la decisión está tomada” y por lo tanto “no hay marcha atrás”, por lo que se mantendrá las nuevas adscripciones aprobadas para todo el término municipal. Asimismo, insiste en que “las actas están firmadas” y que los cambios realizados en el mapa escolar responden a un “acuerdo” tomado por los directores de la comisión de escolarización de la ciudad.
No obstante, el responsable provincial de Educación entiende el malestar de algunos padres por los cambios que se aplicarán desde el próximo curso, pero defiende que se trata de la mejor solución para evitar saturación en los institutos.