La base de investigación británica Halley VI, en la que trabajan entre 20 y 70 personas, decidió cerrar temporalmente sus operaciones en la Antártica por unas grietas en unas placas de hielo cercanas reportadas por dos satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Las imágenes de los satélites Sentinel-1 y Sentinel 2 fueron determinantes para que la base suspendiese sus actividades ante el peligro que podía suponer la evolución de la grieta en la superficie helada, informó la ESA en un comunicado.
La grieta, bautizada como Halloween, estaba a unos 17 kilómetros de la base en octubre pasado, pero avanzó unos 600 metros al día en diciembre y noviembre y actualmente recorre unos 200 metros al día, agrega la nota.
"Este es el primer invierno en el que la base cierra completamente", señaló la ESA.
Para Mark Drinkwater, responsable de la misión de observación de la ESA, las imágenes de sus satélites demuestran ser "valiosas" para brindar información "crucial" acerca de la seguridad de quienes trabajan en la Antártida.