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Drag Sethlas

"Las críticas y las provocaciones, cuando se hacen en el contexto de una fiesta como ésta, hay que tomárselas con deportividad y humor..."

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Este país es muy dado a censurar e incluso a juzgar y condenar a esas personas que con su arte, sacan los pies del plato. Los casos más mediáticos han sido, en estos últimos meses, los de César Strawberry, cantante del grupo Def con Dos, condenado por el tribunal supremo a un año de cárcel, y el rapero Valtonyc que ha sido condenado a tres años y medio de prisión por las letras de sus canciones.Ejemplo hay muchos más.

Hace tan sólo unos días, la Asociación de Abogados Cristianos aseguró que iba a presentar una denuncia por considerar que la actuación de Drag Sethlas podía tipificarse como un delito de ofensa a la religión. No sé si sabrán que Drag Sethlas, el flamante ganador de la gala Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, apareció en el escenario disfrazado de Virgen María y más tarde de Cristo crucificado.

La fiscalía ha confirmado que está analizando el contenido de esa actuación, la cual ya ha sido calificada como ofensiva e incluso blasfema por el obispo de Canarias. Cómo será la cosa que Televisión Española -la de todos y todas- ha eliminado de su página web la gala por las quejas de la Iglesia.

No hace mucho escribí un artículo de opinión sobre la censura que le estaban intentando hacer a una comparsa de mujeres por criticar abierta y duramente a la presidenta del gobierno andaluz, en él decía -y permítanme que me cite a mí mismo- que ‘el Carnaval o es libre o no es Carnaval’. Cualquiera que siga las galas Drag Queen del Carnaval de Las Palmas sabrá que los espectaculares disfraces, han tocado todas las temáticas, y que en la provocación y en la parodia está la gracia del verdadero carnaval.

Las críticas y las provocaciones, cuando se hacen en el contexto de una fiesta como ésta, hay que tomárselas con deportividad y humor, aunque parece que de estas dos cosas andan faltos algunos curas y feligreses. Conozco yo a un par de sacerdotes, los cuales, estoy seguro que se habrán reído con toda esta polémica, porque ellos, como otros muchos -me consta-, están a pie de tajo, en otras cosas, cosas mucho más importantes, como, por ejemplo, ayudar a los que lo necesitan. En cuanto a la Asociación de Abogados Cristianos, espero que sean igual de diligentes denunciando los casos, llamémosles ‘turbios’, de la Santa Iglesia Católica. Seguro que sí.

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