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El Puerto

Deficiencias que se multiplican día a día

El fantasma de la posible ubicación de Ikea en la ciudad es algo que colea y que sigue siendo un lastre

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  • Señales que apenas se ven -

La imagen de los espacios industriales de la ciudad de El Puerto no representan un gran interés de parte de los propietarios y el equipo de Gobierno por venderlo de cara al asentamiento de empresas que generen beneficios económicos y dinamización a uno de los motores de la economía de la ciudad. 


Varios son los polígonos portuenses, Las Salinas de San José Alto, Guadalete, Las Salijas Bajo, El Palmar, Las Salinas de Levante, La Isleta, Tecnobahía y Las Salinas de Poniente y pocos son los que se encuentran adecuados para el tipo de actividad que se genera, la intención y necesidad de hacer posible que sean atractivos de cara a los inversores y clientes, o el mantenimiento general con el que cuentan.


Cierto es que, a pesar de todas estas cuestiones, sigue habiendo empresas que quieren instalarse en alguno de los polígonos de la ciudad, pocas, pero existen. Pero la realidad, como dicen los propios residentes de los polígonos, es más la necesidad de competir con otras empresas del sector que las garantías y posibilidades que ofrecen los polígonos portuenses. Así, hace unos meses, El Puerto asistió al asentamiento de dos cash and carry, al igual que se está terminando de construir una empresa de comida rápida, para contrarrestar los posibles beneficios de su principal competidor. Pero también hay que destacar que otros negocios han cerrado sus puertas, bien por las trabas e impedimentos municipales del Gobierno local, formado por PSOE e Izquierda Unida, o por falta de clientela, algo que lo provoca “el estado en el que se encuentra el suelo industrial, nada adecuado, con pocas garantías, poca seguridad y poca facilidad para entrar y llegar”, explica uno de esos comerciantes afectados que han dado el cerrojazo a su negocio.


Además, como bien indican los propios afectados, las empresas, es cierto que, quien busca un espacio en el polígono, como es el caso de El Palmar, lo intenta a pie de la antigua N-IV, para que los posibles clientes tengan mejor visibilidad de estos negocios, porque sino es “complicado que nos vean o que alguien se anime a entrar en el polígono”, si no es de las “empresas que llaman mucho la atención de los consumidores”, como es el caso de un supermercado de similares características a los que están teniendo gran aceptación en la vecina localidad de Jerez. 


Pero la realidad es que “si no estás bien posicionado, cerca de alguna empresa que mueva a muchos clientes, o cerca de los accesos de los polígonos, no hay nada que hacer”, indica un comerciante. “Aquí te pueden dar los días y por mucha publicidad que se haga, mucho marketing que se intente poner en marcha, mucho movimiento que le des a tus redes sociales, es imposible atraer a la gente hacia aquí”.

Ikea sigue coleando
El fantasma del posible asentamiento en la zona industrial del gigante sueco Ikea sigue coleando, y aunque los propios comerciantes aseguran que “ya no hay marcha atrás y poco podemos lamentarnos”, es cierto que “nos hubiera servido para que toda la parte industrial que se sitúa tras la antigua N-IV pudiera estar colmatada de negocios y establecimientos, más pequeños o más grandes, porque habría un atractivo, Ikea, que haría que la gente acudiera”.


Pero hay que remontar ese momento, destacan, por el que los políticos “que permitieron que esa oportunidad de negocio no se quedara en El Puerto deberían pagar las consecuencias y su parte de responsabilidad”, los mismos, aluden, que “deberían estar penados porque hay muchos espacios vacíos en algunos polígonos y que se vendieron al mejor postor”, es decir, a “especuladores, que se han dedicado a comprar terrenos que no quieren para nada, que no quieren montar un negocio y que están esperando que alguien les dé el dinero que piden, es decir, un pastón, y sino, no les importa tenemos vacíos, cerrados”.


Este hecho impide que haya posibles interesados que se puedan asentar en algunas parcelas vacías o que pueda haber cierta concentración comercial o de empresas a lo largo y ancho de los distintos polígonos.


Además, y aunque hay muchas empresas repartidas por las distintas zonas industriales, “están desperdigadas y si los ciudadanos van a un lado no van a otro. Si entran por un sitio, no van a otro, porque esto es un laberinto que cuesta recorrer”, explican.


Por otro lado, el mantenimiento urbano deja mucho que desear, y lo más acuciante y que se debería arreglar de manera urgente son los socavones que acumulan algunas calles, porque hay vías que son casi intransitables. Además, las hay aceras levantadas y con losas sueltas.


En cuanto a los jardines y su mantenimiento, también falta cierto cuidado, a pesar de que algunas rotondas, estos días, las están acondicionando. Sobre todo, en las calles y espacios cercanos a la antigua N-IV. Las señales horizontales tampoco están en su mejor situación, y es que, la mayor parte de los pasos de peatones son apenas visibles, lo que puede provocar algún accidente. La limpieza también parece una asignatura pendiente en distintos puntos de los polígonos industriales.


Con todo, la puntuación de los ciudadanos es distinta dependiendo del área del que se hable. Porque cuenta con gran oferta de ocio y para los niños, el polígono el Guadalete es uno de los más atractivos, junto a El Palmar, por la concentración de establecimientos existente.

Mala imagen de
entrada a El Palmar

La entrada al polígono El Palmar por la rotonda de la Cañada del Verdugo sería mejorable. Desde el cartel de entrada, que está roto y descuidado, hasta el camino, el trazado que toman los vehículos y la imagen que se ofrece, dejan mucho que desear.

Calles y recovecos llenos de suciedad

A pesar de que hay negocios de importante proyección nacional en los polígonos de la ciudad, la limpieza brilla por su ausencia, y es que hay muchas calles y recovecos de las mismas muy sucias, lo que “echa para atrás” a muchos clientes, “porque así nos lo comentan”.

Enormes socavones que no permiten circular

Hay varios polígonos que cuentan con muchos socavones en el viario, lo que supone que los vehículos tengan serios problemas para pasar por algunos lugares, a pesar de ser espacios muy transitados. Pero en cambio el mantenimiento brilla por su ausencia.

Empresas que cierran sus puertas

Las trabas municipales han hecho posible que hayan cerrado sus puertas distintos establecimientos en la ciudad, entre ellos, un supermercado ubicado en uno de los polígonos, así como varios en el centro de El Puerto.

 

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