El proyecto de presupuestos que el Gobierno local va a defender esta semana ante el Pleno contempla un superávit al cierre del ejercicio 2017 de alrededor de 20 millones de euros, una cantidad que se destinará a amortizar el Fondo de Ordenación. En concreto, la previsión de ingresos es de 262 millones de euros -un 4 por ciento más que en 2016- y la de gastos de 242,5 millones -un 4,6 por ciento menos-.
Todo ello, según defendió la propia alcaldesa, Mamen Sánchez, “sin subir los impuestos” y reservando una partida de 13 millones de euros para inversiones.
El Gobierno local contempla un incremento de los ingresos del 4 por ciento gracias a las plusvalías y las inspecciones fiscales, mientras que la reducción de los gastos se relacional a la reducción que se va a aplicar al capítulo de personal, de 1,5 millones de euros como consecuencia de la bajada de conceptos tan controvertidos como las productividades.
El Ejecutivo -que ayer se encontraba a la espera de recibir el preceptivo informe del interventor- ya ha adelantado que los presupuestos “cumplen con las reglas del gasto y la estabilidad presupuestaria”, por lo que no espera tener problemas para obtener el visto bueno del Ministerio de Hacienda.
Carácter inversor
La alcaldesa se mostró especialmente satisfecha del carácter inversor de estos presupuestos, gracias fundamentalmente a los fondos de la Edusi, que permitirán el desarrollo de iniciativas por valor de 5,6 millones de euros.
Esos fondos van a permitir la adquisición de una decena de autobuses urbanos. Además, se destinarán 800.000 euros a mejorar la eficiencia energética; 550.000 euros para la sede de la Fundación Andrés de Ribera; 300.000 euros para la peatonalización de calles del centro histórico; y 250.000 euros para la construcción de una pista de skate. A falta del pronunciamiento definitivo de la Mesa de Movilidad, esas peatonalizaciones en el centro afectarán fundamentalmente a la plaza de las Angustias, en la margen más próxima a la iglesia de la Santísima Trinidad, tal y como ya se había venido avanzando en estos últimos meses.
El presupuesto destina 600.000 euros a la ejecución de obras en barriadas; 700.000 euros al mantenimiento de los colegios públicos; 200.000 euros al arreglo de parques y plazas; 100.000 euros para la ejecución de obras en el palacio de Villapanés; ó 325.000 euros para la nueva Jefatura de la Policía Local, entre otras cosas.
Política de personal
La teniente de alcaldesa de Empleo, Recursos Humanos y Deportes, Laura Álvarez, explicó que las retribuciones al personal municipal se reducirán en 1,5 millones de euros gracias a la desaparición de las productividades, que “se reordenan en el complemento específico para que los empleados no sean rehenes de ningún grupo político”.
En todo caso, Álvarez aclaró que la partida de personal ascenderá a 80,9 millones, por encima de los 78,3 de la liquidación de 2016. Ello es consecuencia de que “por primera vez en un presupuesto se contemplan 2,7 millones de euros para las indemnizaciones del ERE” y porque además “se incluye un crédito por una ley de productividad para funcionarios de algo más de un millón de euros “no disponible”. Es decir, esta cantidad se presupuesta “pero no se va a ejecutar”.
Los presupuestos incluyen también una partida de 732.832 euros en previsión de una convocatoria de veinte plazas de funcionarios y otros 419.372 euros para concursos de méritos del personal.
Sin presupuestos no hay fondos Edusi
El Pleno municipal deberá decidir el futuro de estos presupuestos “el jueves o el viernes” de esta misma semana, según la planificación del propio Gobierno. Mamen Sánchez ya advirtió de que en el supuesto de que el documento no saliera adelante no podrían ejecutarse las actuaciones que se financian a través de los fondos Edusi. “No habría financiación para esas actuaciones porque volveríamos a unos presupuestos prorrogados y con un presupuesto en prórroga se pueden ajustar muchas cosas, pero no se puede invertir”, explicó. Los fondos deben emplearse antes de la conclusión del año 2020.
