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Los malos tratos a la asesinada con la cisterna eran continuados

El acusado de matar a su mujer asegura en el juicio que no recuerda nada de lo sucedido

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  • El acusado de matar a su mujer -

Mario C.M., el hombre acusado de asesinar el 3 de junio de 2015 a su esposa después de golpearla con la tapa de la cisterna de un váter en la casa que ambos compartían en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra, ha asegurado este martes que no recuerda nada de lo sucedido durante la agresión y que, el día de los hechos, la víctima le agredió con una navaja.

Durante su declaración en la segunda jornada del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Sevilla, el acusado, para quien la Fiscalía solicita 23 años de cárcel, ha señalado que aquella madrugada se levantó y vio al fondo del pasillo a su mujer "agachada y abrazada a otro hombre".

Según ha asegurado, su esposa le dijo a este hombre que se marchara y, a continuación, la víctima cogió una navaja y le hirió en una mano, una rodilla y un testículo, señalando que ya no recuerda nada más hasta que vio a su mujer tumbada en el suelo del cuarto de baño, ensangrentada y sin moverse, momento en el que se sintió "mal, raro".


"NO HE GOLPEADO A MI MUJER EN MI VIDA"

Seguidamente, y según ha declarado, intentó llamar a la Policía, pero como no se acordaba de su teléfono, se puso en contacto con su hermano "para que llamara a la Policía" y para avisarle de que su mujer estaba tumbada en el suelo del cuarto de baño y que no se movía.

Preguntado por las puñaladas y el golpe con la tapa de la cisterna que propinó a su mujer, el encausado ha señalado que, "según los hechos que se relatan, fue así, pero yo no me acuerdo". "No he golpeado a mi mujer en mi vida", ha puesto de manifiesto el investigado, que ha negado asimismo las amenazas que le atribuyen las acusaciones o que en el año 2008 hubiera tirado de los pelos a su esposa.

El acusado, que ha desvelado que desde el año 2013 grababa las conversaciones con su esposa porque "temía por su vida", ha indicado que en el momento de los hechos su estado mental "era malo" tras sufrir un accidente laboral en 2008 que le provocó una depresión y que ha tenido varios episodios de pérdida de memoria, añadiendo que la víctima le agredió "en varias ocasiones" y él "nunca" le golpeó.

27 AÑOS DE MATRIMONIO

Asimismo, ha asegurado que, en los 27 años de matrimonio con la fallecida, nunca insultó a su mujer ni a sus hijas, sino que únicamente "intentaba rebatir y explicar su punto de vista" en los momentos en que se producía alguna discusión.

La Fiscalía reclama para el acusado 20 años de prisión y la prohibición de aproximarse a sus hijas durante ocho años más de la pena de cárcel por un delito de asesinato y tres años de cárcel y cuatro de prohibición de aproximarse o comunicarse con las hijas por un delito de malos tratos habituales, en ambos casos con la agravante de parentesco.

Además, la Fiscalía pide que el acusado de acabar con la vida de su esposa, María del Águila P.H., indemnice con 150.000 euros a sus dos hijas y con 120.000 euros a los padres de la víctima.

"CONTINUAS VEJACIONES"

El Ministerio Público relata en su escrito de acusación, consultado por Europa Press, que el acusado estaba casado con la víctima desde hacía 27 años y tuvo con ella dos hijas, añadiendo que durante el matrimonio el investigado "sometía a su esposa a continuas vejaciones, con conductas agresivas e impositivas, con insultos frecuentes, volcando sus frustraciones sobre su mujer y sus hijas".

De este modo, precisa que el día 17 de marzo de 2008, la Policía tuvo que acudir al domicilio familiar porque el acusado había agredido a su esposa "cogiéndola por los pelos", agravándose esta situación como consecuencia de las enfermedades que sufría el acusado, quien "culpabilizaba" a su esposa de su situación.

En esta "dinámica de malos tratos y situación de asimetría", la Fiscalía dice que, con anterioridad a las 2,00 horas del día 3 de junio de 2015, y estando ambos en el domicilio familiar, el imputado, "como último acto de la situación de violencia, atacó a su esposa" de forma "sorpresiva y con la intención de causarle la muerte".

Así, le agredió primero con un arma blanca con una hoja monocortante y borde liso, produciéndole tres heridas inciso punzantes, tras lo que a continuación le golpeó en la cabeza con la tapa de la cisterna del inodoro del cuarto de baño, donde en ese momento se encontraba la víctima, ocasionándole la muerte por traumatismo craneoencefálico.

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