El Ministro de Medio Ambiente, Patrimonio y Cambio Climático, John Cortés, ha publicado hoy una importante enmienda a la Ley de Protección de la Naturaleza de 1991 (Nature Protection Act 1991), que convierte a Gibraltar en pionero en ofrecer una protección casi integral a todas las especies de tiburones, mantarrayas y rayas que se encuentran en Aguas Territoriales.
Según el último cálculo de ejemplares de tiburones en el Mediterráneo llevado a cabo por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (International Union for the Conservation of Nature, IUCN), una autoridad mundial en el estado de las especies marinas, al menos el 53 % de los tiburones y mantarrayas originarios del Mediterráneo se encuentran en riesgo de extinción y se requieren acciones urgentes para conservar su población y sus hábitats. Esta última medida del Gobierno de Gibraltar se asegurará de que las Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar jueguen un importante papel en la conservación de tiburones y se mantengan en consonancia con la directriz más amplia del Gobierno de convertirse en un líder en la aplicación de los convenios de protección regional marina, como el Convenio para la Protección del Mar Mediterráneo de Barcelona.
A partir de ahora sólo pueden pescarse dos especies en Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar, con estrictas condiciones de licencia.
La medida legal se sometió a un proceso de consulta con el Consejo de Conservación de la Naturaleza (Nature Conservation Council), y cuenta con el apoyo total del Grupo de Trabajo de Pesca (Fishing Work Group) establecido por el Ministro de Medio Ambiente siguiendo el Reglamento de Protección del Medio Marino de 2014 (Marine Protection Regulations 2014), en la que figuran todos los grupos de pesca.
El Ministro de Medio Ambiente, John Cortés, comentó: “Gibraltar ahora está en la vanguardia de la conservación natural en el Mediterráneo. Estamos demostrando que somos perfectamente capaces de cuidar de nuestras aguas territoriales y de ocupar nuestro lugar en la comunidad internacional. Se trata, principalmente, de una medida medioambiental, pero también envía un claro mensaje a aquellos que puedan pensar que nuestra salida de la Unión Europea implica que nuestra postura en relación a la protección de nuestras aguas se vea, de algún modo, debilitada; más bien todo lo contrario”.