Agentes de la Guardia Civil de Almería procedieron este pasado jueves día 4 a la recuperación de un ejemplar de tortuga mora ('Testudo graeca'), que goza del máximo grado de protección que otorga la normativa legal en materia de conservación de especies protegidas, similar a la de especies como el lince ibérico, el águila imperial o la foca monje, cuya venta o cría en cautividad se puede llegar a sancionar con multas de más de 60.000 euros.
Según informa este sábado la propia Benemérita en una nota, un vecino de la barriada de Campohermoso, en Níjar (Almería), avistó al reptil y requirió a la Guardia Civil para su recogida. Los agentes atendieron el cuidado de la tortuga hasta su entrega a personal de la Delegación en Almería de la Consejería Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de la provincia.
La Guardia Civil ha advertido de que "la entrada de animales exóticos e invasores, pone en riesgo y amenaza con destruir la biodiversidad de la Península Ibérica. Observar hoy en día en el territorio español un cangrejo de río, una malvasía cabeciblanca o un visón europeo es casi un milagro. Estas tres especias se encuentran en grave amenaza por la llegada masiva de animales invasores".
La procedencia de estos animales invasores son muy variadas, como por ejemplo a través del comercio marítimo (barcos), aunque la mayoría de los casos la invasión está provocada por la suelta voluntaria de particulares, como es el caso de las Psitaciformes (cotorra Kramer, inseparables --Agapornis-- o periquitos), las tortugas de Florida o, como en este caso, las serpientes (pitón, boa, etc.).
Por otro lado, el hecho de soltar animales no autóctonos puede constituir infracciones como "delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, siempre y cuando la introducción o liberación de estas especies perjudique el equilibrio biológico de la zona", todas ellas en al ámbito penal.
Mientras que "en el ámbito administrativo, la Ley 8/2003, de flora y fauna silvestres de Andalucía, clasifica como muy grave la infracción consistente en la introducción de ejemplares de fauna silvestre no autóctonos sin autorización", con posible multa de 60.101,22 a 300.506,05 euros, según informa el Instituto Armado.
Además, "la citada ley dispone que los propietarios responsables de cualquier ejemplar de especies no autóctonas, vienen obligados a adoptar las medidas de seguridad que garanticen el total confinamiento de los mismos, a fin de evitar su fuga y propagación en el medio natural".
En caso de que se produzca la citada fuga deberán comunicar este hecho a la Consejería de Medio Ambiente en el plazo máximo de 48 horas, estando el incumplimiento de este precepto calificado como infracción grave.
La Guardia Civil "recomienda, no obstante, que aquellas personas que posean animales no autóctonos, antes de abandonarlos, se pongan en contacto con la Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente o la Guardia Civil (Seprona) para hacerles entrega de los mismos, evitando con ello las infracciones anteriormente reseñadas, contribuyendo así a la protección de la biodiversidad y del animal en cuestión", ha concluido la Benemérita.