Hasta hace poco más de dos años era un desconocido para la opinión pública; y sin embargo hoy en día Carlos Pérez es el rostro más visible de un partido que busca consolidar su protagonismo en el ámbito de la política local.
“La ciudad estaba bloqueada, sin presupuesto, el PSOE peleado con sus socios, y aportamos sentido común”
En el debate del Estado de la Ciudad le dijo a la alcaldesa que no se creía el cargo y que se esperaba mucho más de ella, ¿lo sigue manteniendo ahora que se cumplen dos años de mandato municipal?
—Creo que el tiempo nos va dando la razón. Lo decíamos porque a esta ciudad le falta una alcaldesa que lidere realmente, y no cómo estamos viendo, que pasan las semanas, los meses, nos encontramos a mitad del mandato, y si echamos la vista atrás vemos que se ha hecho muy poco por Jerez. La alcaldesa tiene que creerse que es la alcaldesa de la quinta ciudad de Andalucía y que tiene que gestionar una ciudad que, además, cuenta con un Ayuntamiento con más de dos mil empleados, lo que lo convierte en una de las mayores empresas de la provincia. Ya no solo se trata de liderar Jerez, sino que la propia ciudad debería liderar toda la provincia, y a día de hoy la alcaldesa no está a la altura.
¿Se puede gobernar con siete concejales un ayuntamiento como el de Jerez?
—El hecho no es que se pueda, sino cómo se hace. Se puede, porque llevan dos años y siguen adelante, pero están haciendo muy poco por la ciudad. Pleno tras pleno presentamos propuestas que en su conjunto serían buenas para la ciudad, pero es que de lo que planteamos nosotros y toda la oposición no se está haciendo nada. El Gobierno está gobernando de puertas para adentro y la ciudad lo está sufriendo.
Sin embargo, la opción del tripartito se ha esfumado, ¿usted cree que la ciudad está mejor o peor con o sin coalición?
—Sin duda, peor. Cuando empezó este mercadeo de tenencias de alcaldía lo que dijimos es que esos cargos los iban a decidir los ciudadanos dentro de dos años. Ahora no era momento de poner en marcha ese mercadeo de yo me quedo con la junta de gobierno local y tú la tenencia de alcaldía. Eso era muy negativo para la ciudad de Jerez. Por eso solicitamos que nos dedicáramos cada uno a hacer su papel; el que estuviera en oposición a hacer oposición, constructiva, y quien estuviera en el gobierno a gobernar. Sí decimos que no nos gusta que el proyecto de Mamen Sánchez sea el que está gobernando ahora mismo, pero tampoco hay que olvidar que Ganemos e Izquierda Unida votaron en su día por el proyecto de ella y no por los suyos propios.
¿Qué le parece el pulso actual entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Hacienda a causa del Presupuesto?
—Nosotros partimos del hecho de que consideramos que es un presupuesto positivo, y por eso mismo lo hemos apoyado. Es un presupuesto inversor y va a ser muy positivo para la ciudad. No obstante, nos hemos topado con la realidad del Ministerio de Hacienda, y aunque los condicionantes que han puesto no nos sorprenden, porque son los que los ayuntamientos tienen que cumplir, sí lo ha sido que tenga lugar ahora que se ha producido un cambio de gobierno.
¿Les preocupa el plan B que pueda tener que poner en marcha el Gobierno local si persisten las presiones de Hacienda?
—Lo que está claro es que no es momento de atrincherarse y echar las culpas al PP, que es lo que está haciendo la alcaldesa. Nosotros entendemos que hay varias opciones a partir de este momento. En primer lugar lo que debe hacer Mamen Sánchez es ir a Madrid a defender este presupuesto para que salga adelante. No obstante, si el Ministerio no lo aceptara, un gobierno que lidera y tiene iniciativa tiene que presentarnos una alternativa, ya que no nos vale que nos diga que todo es culpa del PP y no se puede hacer nada. Si hay que aplicar nuevos recortes, nos tendrá que presentar a la oposición cuáles son sus alternativas. El problema es que todavía no sabemos qué tipo de Ayuntamiento quiere Mamen Sánchez. No sabemos si lo que quiere es un Ayuntamiento que perpetúe las estructuras de los años 70 y 80, o si quiere otro tipo de Ayuntamiento. Lo que está claro es que tendremos que ir a por un Ayuntamiento que podamos pagar y que sea el que quieren los ciudadanos. Sería positivo que todos los grupos nos sentáramos para plantear cuáles son los servicios que da el Ayuntamiento e intentar mejorarlos, cuáles son prioritarios y no, para centrar toda la motivación de los empleados en esos servicios que son más importantes.
La alcaldesa ya ha planteado que una forma de conseguir más ingresos pasa por modificar algunas de las ordenanzas fiscales que ustedes tumbaron en pleno, ¿cree que será inevitable?
—Esa es una posición muy cobarde. Lo fácil es meter la mano en el bolsillo de los ciudadanos. Y la medida de subir el IAE es pan para hoy y hambre para mañana. Es cierto que si se sube, tendremos 2,4 millones más de recaudación al año, pero qué pasa de cara a futuro. Porque si lanzamos el mensaje de que somos la ciudad número 1 en impuestos a empresas, si yo fuera a invertir en Jerez saldría corriendo.
Ustedes respaldaron ese documento a cambio de una serie de compromisos y ya han manifestado su malestar a causa de la falta de seguimiento, ¿no es un poco pronto para exigir resultados?
—Hay que hacer el seguimiento desde ya. Además, ese acuerdo de presupuesto no era sólo el qué estábamos apoyando, sino el cómo. En las últimas semanas hemos denunciado que faltan las cuentas generales de los años 2014 y 2015, falta la liquidación del año 2016, y eso es importante. Queremos saber en qué se han gastado el dinero del año 16, porque si no lo sabemos muy difícil vamos a saber cómo ejecutan el del 17.
¿Cómo es la situación financiera del Ayuntamiento y qué debería hacer el gobierno para mejorarla?
—El seguimiento presupuestario, ya que estamos hablando de un documento que lo que plantea es una previsión de gastos e ingresos, y la ejecución ha de ser fiel a lo que se presupuesta. Lo que no puede ser, como ha ocurrido en los últimos años, es que se presupueste una cosa y después se ejecuten otras, que es lo que nos ha llevado a acumular déficits año tras año. Por eso insistimos tanto en la liquidación de 2016 y en el control de los gastos, porque se ha sido excesivamente optimista en los ingresos, que puede ser positivo, y si no se ingresa eso que se dice pues no se podrá gastar. Incurrimos en un déficit que van a tener que estar pagando vía impuestos nuestros hijos y hasta nuestros nietos. Así que, ejecución presupuestaria fiel al cien por cien, de manera que sólo se gaste lo que se ingrese.
¿De qué salud gozan las empresas municipales y qué mejoras plantean para salvar las que quedan?
—Las empresas municipales son hoy en día una rémora para el Ayuntamiento. Lo que pasa es que en este Ayuntamiento se ha seguido normalizando lo que para nosotros no es normal. Es decir, si un informe de auditoría dice que hay problemas de valoración de activos para una sociedad, y luego se lleva a cabo una integración de activos para esa sociedad, eso no nos sirve. Se habrá hecho aquí, pero en las empresas no se hace. El control del gasto, por tanto, es fundamental, y asimismo queremos empresas municipales que sean autosuficientes, porque sus pérdidas las terminaremos pagando los ciudadanos.
¿Por qué no respaldaron la urgencia del pleno sobre el Villamarta este miércoles?
—Ya que fue el pleno sobre el teatro Villamarta, lo que terminó siendo un teatro fue el pleno en sí, en la variedad de esperpento. Lo que vimos este jueves fue una muestra más de la desorganización del Gobierno local. Votamos en contra de la urgencia porque el informe de intervención así lo decía, ya que recomendaba que la integración fuera para el 30 de junio. No obstante, luego nos llevamos la sorpresa de que el pleno se suspende porque no había mayoría absoluta, cuando el ROM establece que con mayoría simple podría haber seguido adelante el pleno y que cada grupo explicara su posición. Pero es que el propio asunto del pleno, la cesión de activos del Villamarta, tendría nuestro voto en contra, porque hay un informe de auditoría para 2016 que nos dice que para llevar a cabo la integración, la valoración del inmueble no existe, y hay salvedades sobre los arqueos de efectivos. La cesión sí, estamos de acuerdo, pero despacio y bien, para no encontrarnos a medio plazo con problemas en la Fundación Universitaria.
Han criticado el afán prohibicionista del Gobierno para contentar a Ganemos, sobre todo a raíz del debate sobre las azafatas del Circuito…
—Para nosotros el Gobierno está dando pasos atrás en ese sentido, preocupado por contentar en todo momento esa doble moral que nos traen estos partidos de izquierdas y que nos parece peligroso, y no sólo por el tema del Circuito, también lo denunciamos con la Feria de la Salud, que se suspendió con 24 horas de antelación porque algunos grupos no le parecía bien. Las cosas hay que hacerlas de forma seria, sabiéndole responder a los ciudadanos, a las empresas que apuestan por Jerez, y por culpa de esta nueva moral que campa en estos partidos esta ciudad no se puede quedar parada. Sin olvidar la imagen que estamos dando al exterior, porque no se trata solo del problema que se genera con las empresas implicadas en temas como el de la Feria de la Salud, sino la imagen que se da. El que viene de fuera a invertir y trabajar en Jerez no se puede fiar de un gobierno que hoy dice sí, mañana no, y al siguiente me lo prohíbe. Hay que tener una línea de gobierno y ser fiel a los principios y no dejarse llevar por esta neomoral. Hay que parar los pies a este afán prohibicionista, porque cuando nos vayamos a dar cuenta nos encontramos en una sociedad que no es tan libre.
¿Le satisface la respuesta del delegado de Hacienda en torno a la devolución de las plusvalías?
—No, porque se puede ir más allá. Hay ya dos sentencias en firme, y un Ayuntamiento que mira por sus ciudadanos, lo que tiene que hacer es, primero, informar, asesorar a los posibles afectados. Después evaluar el montante de la cantidad que podría haberse cobrado de más, y en tercer lugar, que se deje de liquidar a tenor de lo expresado por la sentencia. El Gobierno local tiene que dar ese paso de gesto hacia los ciudadanos y que otros ayuntamientos sí están haciendo, devolviendo de oficio lo cobrado de más, mientras que aquí prácticamente nos vienen a decir que lo seguirán cobrando hasta que se lo prohíba el ministerio.
Han hecho bandera de la agilización en la concesión de licencias de apertura, ¿se ha avanzado en algo?
—No se avanza porque el Ayuntamiento está anclado en estructuras antiguas. Dependemos mucho de la firma del delegado de Urbanismo, y eso es intolerable. Un negocio pequeño no puede tirarse seis meses esperando a que le concedan licencia. Flaco favor le hacemos a la ciudad, sobre todo si estos afectados cuentan fuera lo que tardan en obtener sus licencias.
¿Qué balance hace de la labor de su grupo municipal en su estreno en el Ayuntamiento de Jerez?
—Muy positivo, y también reconozco que ha sido una carrera de fondo porque partíamos no ya de cero, sino en negativo. Un grupo municipal nuevo, de un partido nuevo, con miembros nuevos que no habían trabajado nunca en política, que no conocían el funcionamiento interno del Ayuntamiento, y podemos decir que somos líderes de la oposición constructiva, porque el papel que ha jugado Ciudadanos ha sido crucial en estos dos años. No sólo por las propuestas presentadas, sino porque a final de 2016 la ciudad estaba bloqueada sin presupuesto, el PSOE estaba peleado con sus socios, y salimos aportando sentido común. Los ciudadanos no pueden pagar que sus partidos políticos se lleven mal. Deshicimos aquel bloqueo, dimos una salida y contribuimos a tener presupuesto en 2017.
¿Cuál es el calendario que piensan seguir para designar al candidato y las listas para dentro de dos años?
—Ahora estamos inmersos en el presente actual de la ciudad, porque el calendario nuestro pasa por trabajar en primer lugar y, en segundo lugar, no sé si el año que viene o más adelante, abriremos un proceso para elegir la lista que presentaremos en 2019, lo que sí garantizo es que no habrá peleas ni líos. Apostamos por un proyecto común y vamos a tener mucho que decir en las elecciones de dentro de dos años, no porque ya nos conozcan, sino porque conocen a los demás.
