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España

Los españoles en Catar intentan mantener la calma tras la crisis

Tras el bloqueo al que ha sido sometido Catar por parte de Arabia Saudí, Emiratos, Baréin y Egipto debido a su supuesto apoyo a organizaciones terroristas

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  • Ruptura. -

El bloqueo al que ha sido sometido Catar por parte de Arabia Saudí, Emiratos, Baréin y Egipto debido a su supuesto apoyo a organizaciones terroristas afecta a la vida diaria de los españoles que viven en el pequeño emirato, quienes intentan no perder la calma.

Aunque la "sensación es de normalidad, el cierre de fronteras complica las importaciones y las exportaciones, así como los negocios en la zona", explicó a Efe Geles Rivera, arquitecta de 37 años.

Rivera reveló que, tras conocerse la noticia del bloqueo, "la gente comenzó a mandar fotos por 'whatsapp' de la avalancha que se produjo sobre los supermercados: los residentes habían entrado en pánico y estaban adquiriendo alimentos de manera exagerada".

"Mi jefe, incluso, dio permiso a aquellos que tuvieran hijos para salir del trabajo e ir a comprar", dijo a Efe desde Catar a través de esa aplicación de mensajería.

Según la arquitecta, algunos padres fueron más allá y preguntaron en los colegios si podían "adelantar los exámenes finales" de sus hijos "para salir cuanto antes del país".

De hecho, reconoció que ella misma pidió presupuesto a una compañía de correo para mandar cajas por barco a España.

Entorno al 90 por ciento de los aproximadamente dos millones y medio de habitantes de la pequeña península emiratí son extranjeros: un 30% árabes, 20% indios, 13% nepalíes, 10% filipinos, 7% pakistaníes, 5% de Sri Lanka, 5% europeos y norteamericanos, según datos de la embajada española en Doha.

Aún así, la arquitecta dijo que las empresas y el Gobierno de Catar están "ofreciendo alternativas de manera que se pueda hacer todo".

"Se están importando alimentos desde Turquía e Irán y el Gobierno ha prohibido subir los precios", puntualizó.

Además de romper sus relaciones diplomáticas, Arabía Saudí, EAU, Baréin y Egipto han impuesto a Doha un cierre de fronteras terrestre, marítimo y aéreo que dificulta la logística de las empresas para realizar sus distribuciones en Catar.

En este sentido, el ingeniero de Calidad Luis Carlos Barroso, de 30 años, señaló a Efe que los proveedores les transmiten "tranquilidad y total disponibilidad de productos y servicios".

"No nos sentimos preocupados y desde aquí queremos hacer llegar mensajes de tranquilidad a nuestras familias en España", apuntó.

Por su parte, Ana Sainz de la Maza, consultora de Comunicación de 50 años, manifestó que actualmente viven "el día a día con normalidad gracias al Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar". "Nos informa y tranquiliza", dijo.

La página web del ministerio catarí publica a diario comunicados sobre la situación de la crisis y da cuenta de las diferentes reuniones que las autoridades llevan a cabo para afrontar la situación derivada del bloqueo.

Tres días después del estallido de la crisis y a pesar de los esfuerzos mediadores de Kuwait y Omán, así como de las ofertas realizadas por otros países como Estados Unidos o Francia, la situación continúa sin avances.

"Es muy importante informarse por fuentes fiables y no dejarse llevar por rumores y noticias sin contrastar", dijo Sainz.

Chelo Pino Rico, otra arquitecta de 37 años que ejerce su actividad en Doha, afirmó por su parte que "estos días en Catar están siendo normales".

"Sólo se sabe que pasa algo por las noticias que leemos en los periódicos y lo que dicen en la radio, no se aprecian cambios en la vida cotidiana", subrayó.

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