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La rocambolesca historia de las tres cucarachas de la sala de prensa

Llevan años atrapadas -muertas- en uno de los módulos de luz al entrar en la dependencia y sólo los que se aburren con los políticos las ven.

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  • Ahí están -

Están ahí y no busquen explicaciones convincentes sobre su presencia porque no las hay. Así que todo se queda en elucubraciones con buen humor porque tampoco es cuestión de crear un problema de estado por algo a lo que los periodistas están acostumbrados o en el mejor de los casos, ni siquiera se dan cuenta.

Son tres cucarachas -muertas- en uno de los módulos de luz de la sala de prensa del Ayuntamiento. Si no se levanta la vista no se ven como no se verían si estuvieran debajo de una alfombra. Si se mira para arriba, sí, algo que suelen hacer los cámaras de televisión que no tienen que tomar notas o los que se aburren con el político de turno y cuando se piden explicaciones se dan, que para eso están en una sala de prensa.

Las tres cucarachas llevan ahí -muertas- no se sabe cuánto tiempo, pero la opinión mayoritaria es que llevan más de dos años. O sea y aviso a los escribidores de comentarios pagados por los partidos o voluntarios políticos, han pasado dos gobiernos por ahí.

En el caso de los andalucistas que además llevaban Sostenibilidad Ambiental y ahora Desarrollo Sostenible, que es lo mismo, han estados en esos dos gobiernos con la salvedad de que las ruedas de prensa las ofrecen en la oficina del primer teniente de Alcaldía, Fran Romero, donde estaba antes Recaudación en la calle Isaac Peral. Esto es, que serían de su competencia pero posiblemente no las han visto.

La verdad es que las tres cucarachas -muertas- no les estorban a nadie aunque llama la atención que lleven tanto tiempo ahí sin que alguien haya decidido quitar la chapita de plástico del módulo de luz y dejarlas caer. Y ya que están, limpiar el plástico y volverlo a poner.

Las cucarachas, al haberse convertido en todo un símbolo de la sala de prensa, se podrían poner en una vitrina para que quede constancia de su rocambolesca historia. Igual hasta alguien investiga cuál fue la causa del óbito.

(Tómenselo con humor. No sean malages).

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