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Una furgoneta-bomba causa 65 heridos en un cuartel de la Guardia Civil de Burgos

ETA hizo explotar la madrugada de ayer una furgoneta-bomba contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos, donde dormían 120 personas, y causó más de 65 heridos con una explosión ?muy potente?, que se registró sin que previamente se hubiera recibido el aviso de que se iba a producir el estalli

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  • Vista de la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos, donde ya han empezado los trabajos de desescombro tras la furgoneta-bomba. -
  • La potente explosión pudo provocar una masacre en el recinto donde dormían 120 personas
  • Varios miles de burgaleses se concentraron en la Plaza Mayor para rechazar el atentado
ETA hizo explotar la madrugada de ayer una furgoneta-bomba contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos, donde dormían 120 personas, y causó más de 65 heridos con una explosión “muy potente”, que se registró sin que previamente se hubiera recibido el aviso de que se iba a producir el estallido.

Fue sobre las 4.00 horas, a la altura de la calle Jerez de la capital burgalesa, en la parte trasera de la casa cuartel, que consta de un total de catorce plantas y cuya fachada quedó completamente destrozada por el atentado.

La explosión sobrecogió a los vecinos de la zona y los lesionados, de carácter leve, recibieron asistencia en el lugar del siniestro y, posteriormente, la mayor parte fueron conducidos al complejo Asistencial de Burgos y el resto a un centro de salud.

A la vez, se habilitaron las instalaciones deportivas de la Policía Local como puesto médico avanzado, según fuentes del Servicio de Sanidad de Castilla y León.

Niños llorando debido al susto, expresiones y gestos de pánico protagonizaron las primeras horas del día de ayer en esta zona de Burgos.

Los vecinos lamentaron los daños originados por la explosión y opinaron que la ausencia de muchas personas debido a las vacaciones ha evitado un mayor número de afectados.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado, la Policía Local y los Bomberos de Burgos colaboraron en el lugar del atentado, al que se desplazaron el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.

DECLARACIONES

Rubalcaba definió la explosión como “un gran atentado fallido” y consideró que el atentado buscaba sin “ninguna duda” víctimas mortales “en un lugar donde dormían casi 120 personas”.

Lo calificó en rueda de prensa de “especialmente canalla” porque no sólo pretendía atentar contra los guardias civiles, sino también contra sus familias.

Asimismo, el ministro matizó que no es extraño que la banda terrorista no haya avisado antes de producirse la explosión porque esto “ha ocurrido otras veces cuando pretenden atentar contra la Guardia Civil”.

Hasta hora se sabía que al hablar de ETA “nos enfrentamos a una banda de asesinos salvajes”, mientras que “hoy sabemos que además están enloquecidos”, resumió el titular de Interior.

Además, confirmó que en el atentado se han producido cerca de 65 heridos, que recibieron el alta durante el día de ayer, mientras se está ya llevando a cabo el realojo de los guardias civiles y sus familias en un edificio de la Administración General del Estado.

El Ministerio del Interior confirmó también que concederá ayudas de urgencia a fondo perdido para las familias afectadas por el atentado.

Aunque fuentes de la investigación indicaron que la furgoneta-bomba estaba cargada al menos con doscientos kilos de explosivo, el ministro consideró prematuro hablar de la cantidad utilizada hasta que se conozca su composición, aunque opinó que lo importante es saber que se ha tratado de una explosión “muy potente”.

Respecto al vehículo utilizado, que permaneció durante 14 horas estacionado en el lugar del atentado, reseñó que se trata de una furgoneta que tenía matriculas “dobladas”, de manera que aparentemente estaba matriculada en España, sin descartar que pueda tratarse de una de las furgonetas robadas en los últimos días en Francia.

Fuentes de la investigación informaron a Efe de que los terroristas que conducían la furgoneta-bomba se vieron obligados a dar “varias vueltas” por la zona para encontrar un aparcamiento idóneo para cometer el atentado, a unos veinte metros de la fachada trasera del acuartelamiento.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó su respaldo a la Guardia Civil y aseguró que los autores de esa acción terrorista estarán pronto en la cárcel y que se trabaja para reducir la violencia a la mínima expresión.

“Esta locura y este fanatismo criminal cuenta con el desprecio más absoluto de toda la ciudadanía española”, remarcó Zapatero.

El presidente del Gobierno, informó personalmente al Rey, en el transcurso del despacho semanal habitual celebrado en el Palacio de la Zarzuela, de los últimos datos sobre el atentado.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, coincidió con Rubalcaba en que, por todos los indicios y detalles, “ETA ha visitado Burgos con intención de matar”, de hacer el “mayor daño posible”.
Herrera, quien también visitó el lugar del suceso junto al delegado del Gobierno, Miguel Alejo, manifestó que el atentado representa una “barbarie propia de asesinos” que podría haber causado efectos muchos más trágicos porque incluso había niños en la casa cuartel.

Las dependencias de la Guardia Civil, fundamentalmente cuarteles y casas cuartel, han sido uno de los objetivos habituales de las acciones de ETA en los últimos treinta años, en los que en sus 89 atentados contra estas instalaciones ha causado 33 muertos y más de 290 heridos.

CONCENTRACIÓN EN LA CIUDAD

Varios miles de personas se concentraron ayer en la Plaza Mayor de Burgos y zonas aledañas, convocadas por el Ayuntamiento, para rechazar el atentado de ETA y expresar el apoyo y solidaridad a las víctimas, sus familias y damnificados en el ataque.

La Plaza Mayor, donde se encuentra la sede del Ayuntamiento, se llenó por completo, se estima que en la misma caben unas 10.000 personas, y otras muchas se quedaron en los accesos y zonas aledañas del centro histórico ante la imposibilidad de acceder al lugar de la concentración.

El alcalde de la ciudad, Juan Carlos Aparicio, destacó la muestra de solidaridad con los afectados, especialmente con los guardias civiles y sus familias y la “repulsa unánime” de la ciudad de Burgos a los terroristas.

Aparicio informó de que ya están resueltos los alojamientos de catorce personas que el Ayuntamiento ha instalado provisionalmente en establecimientos de hostelería de la ciudad, mientras que el resto de afectados se encuentran en sus propios domicilios, en viviendas de familiares y amigos o, en el caso de los guardias civiles y sus familias, en dependencias del Ministerio de Defensa en la ciudad.

Sobre el informe de daños estructurales de los edificios afectados, el alcalde señaló que en una primera apreciación, los bomberos creen que “la estructura ha resistido”, aunque sin embargo, según señaló, hoy arquitectos y aparejadores de la propia Guardia Civil serán los que elaboren el informe definitivo.

Por su parte la subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio, agradeció las muestras de apoyo y solidaridad recibidas y destacó el trabajo de colaboración de todas las administraciones tras el atentado.

Tricio indicó que hasta las 20.00 horas la Oficina de Atención a los afectados, instalada en la Subdelegación del Gobierno, recibió más de 400 consultas, la mitad telefónicas y el resto presenciales, en las que sobre todo se pedía información para tramitar las indemnizaciones por los daños.

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