El monolito instalado por el Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) en memoria de las aceituneras de la UGT víctimas en 1936 de la represión golpista vuelve a contar con su paño de azulejos, después de que el mismo fuese destrozado en un acto vandálico perpetrado sólo horas después de la inauguración de este monolito.
Fue el pasado 24 de octubre cuando San Juan de Aznalfarache formalizaba la nueva rotulación de la avenida donde se alzan la parroquia de San Juan Bautista y el monumento a la Mujer Trabajadora. La vía, hasta entonces denominada calle Cardenal Segura, cuyos restos descansan en el monumento a los Sagrados Corazones, era rebautizada como Paseo de las nueve aceituneras, a propuesta de la Plataforma de la Memoria Histórica de San Juan.
Mediante este cambio de rotulación, así, la citada vía homenajea a las nueve aceituneras de entre 19 y 43 años que pertenecían a la UGT y que fueron asesinadas en octubre de 1936 por las fuerzas golpistas.
La nueva rotulación de esta calle contó además con la instalación de un monolito junto al monumento a la Mujer Trabajadora, en memoria de las 15 personas fusiladas el 24 de octubre de 1936 por las tropas sublevadas, entre ellas las "nueve aceituneras".
Pero tras dicha inauguración, el monolito amaneció al día siguiente despojado de todos sus azulejos, en los que una leyenda daba cuenta de los citados fusilamientos, con motivos ornamentales de la II República.
El paño de azulejos destrozado en aquel acto vandálico, en cualquier caso, ha sido ya repuesto gracias a la labor desinteresada
de las ceramistas Inés Casas y Patricia Infante, autoras del mismo y quienes han restaurado las piezas dañadas de manera altruista. Merced a la experiencia, por cierto, el paño de azulejos está ahora protegido por una placa de metacrilato.