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España

La llegada a España de inmigrantes por mar se triplicó en 2017

Este incremento se ha producido en paralelo al descenso del número de inmigrantes que tratan de alcanzar Europa a través del Mediterráneo central

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  • Rescate de patera en imagen de archivo -

La llegada de inmigrantes indocumentados por mar a España se triplicó en 2017, según el balance de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, que ha constatado que el año pasado alcanzaron la costa española 22.419 personas por esta vía y que 249 personas murieron tratando de hacer este trayecto.

Este incremento se ha producido en paralelo al descenso del número de inmigrantes que tratan de alcanzar Europa a través del Mediterráneo central, aunque, pese a esta disminución, las entradas por esta zona aún quintuplican a las que se registran por la Frontera Sur de España.

Rafael Lara, coordinador del Área de Solidaridad Internacional de la APDHA, ha explicado hoy que el aumento de la represión, la persecución de las ONG que atienden a los inmigrantes y la situación "infernal" en Libia, han contribuido a que muchos de ellos hayan buscado vías alternativas en el entorno del Estrecho para alcanzar Europa.

"Las políticas migratorias represivas nunca cierran nada, abren otras vías y hasta más peligrosas", ha indicado el coordinador de la APDHA, organización que ha reclamado un cambio en la mentalidad de la atención de este fenómeno.

Según el balance de 2017 de esta organización, el total inmigrantes que llegaron a España, sumando la vía marítima y terrestre es de 28.587 personas.

Con ello España es el tercer país de Europa en recepción de inmigración irregular, detrás de Italia (que ha recibido 119.369) y Grecia (con 35.052).

Esta organización ha contabilizado que 249 personas ha muerto en 2017 intentando alcanzar España por la frontera sur, con lo que en los últimos veinte años la cifra se elevaría a 6.000.

Esta cifra "horrible", según Rafael Lara, podría ser sólo una tercera parte ya que, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), por cada persona que se ha comprobado que falleció, de otras dos no se supo nunca nada.

La cifra de muertes se redujo ligeramente con respecto al año 2016, cuando se contabilizaron 295 fallecidos en el intento de alcanzar España.

Andalucía es, con mucha diferencia, el lugar de España al que más inmigrantes llegan, un total de 18.090 el año pasado, según el balance de la APDH.

Esta organización cree que el significativo aumento de llegada de inmigrantes a Andalucía en general y a las costas de Cádiz en particular (en esta provincia se ha registrado un incremento de más de un 300 % respecto al año pasado) se debe a que ha vuelto a aumentar el número de marroquíes que tratan de salir de su país "por la situación de crisis que vive Marruecos desde hace más de un año".

A Andalucía, le siguen Melilla (que ha recibido 4.831 inmigrantes), Levante (con 2.492), Ceuta (con 2.438), Canarias (con 434) y Baleares (con 302).

La APDH también ha constatado que en 2017 se redujo el número de mujeres que intentaba alcanzar la costa española, mientras que se ha registrado un incremento del 66 por cien del número de menores de edad, lo que, según esta organización, ha evidenciado la falta de recursos en España para atender y proteger a este sector.

Marruecos es el principal país de origen de quienes llegan a España, seguido de Argelia, Guinea, Costa de Marfil, Gambia y Siria.

La APDH ha destacado que este año los inmigrantes indocumentados han vuelto a recuperar las pateras de madera, tanto en el Estrecho como en el mar de Alborán, un sistema que en los últimos años apenas se veía.

También se ha incrementado el uso de motos de agua, especialmente en Ceuta, y continúa el uso de embarcaciones de plástico hinchables e incluso de tablas de surf, sobre todo por parte de menores.

La APDH ha hecho hoy un llamamiento para que España cambie su enfoque de este problema.

"Concertinas, alambradas, patrulleras, devoluciones, muerte y sufrimiento no pueden seguir siendo la respuesta de este país a las personas que huyen de la guerra o el hambre, la historia nos juzgará por la crueldad e inhumanidad que ejercen nuestros gobernantes y de la que son testigo nuestras fronteras", explica la asociación en este balance, en el que reclama que se pongan en marcha "políticas acogedoras" que dignifiquen a las personas y con las que, aseguran, se beneficiarían todos los países.

Rafael Lara ha sido especialmente crítico con la gestión que hace España de la frontera en Ceuta y Melilla, dos puntos que son "un campo de experimentación de políticas represivas, con inversiones millonarias, pagos oscuros a Marruecos, y donde se plantea la experimentación con drones, con camiones cisternas y con fosos". 

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