La actuación, además de permitirá una reordenación y regeneración de la zona, mejorará el tránsito de vehículos por el casco urbano, ya que para acceder a los tradicionales barrios de El Carmen o San Juan se podrá acceder directamente a través de esta carretera, que contará con dos carriles, uno para cada sentido, y se extenderá a lo largo de unos cinco kilómetros.
“No se tratará de una circunvalación al uso como la ronda norte, sino de una actuación urbanística de reordenación armonizada con el paisaje, que ofrecerá, a su vez, una contemplación del municipio que no se puede obtener desde cualquier otro punto de la ciudad”, explicó a este periódico el alcalde, Ricardo Millán.
La carretera arrancará en la zona del puente de Los Remedios –punto en el que también conectará con la nueva carretera que se va a ejecutar hacia el polígono industrial, por la zona trasera a las primeras naves empresariales–, y desde aquí continuará hacia la escuela taller de El Henchidero, con conexiones previas a las futuras VPO de la calle Río Rosal, el barrio del Carmen y San Juan.
Desde el complejo educacional, la previsión es que la carretera enlace con la calzada que dirige hacia el pueblo vecino de Valle de Abdalajís.
La actuación, aún no presupuestada, se realizará por fases –según explicó el regidor–, a través de los diferentes proyectos urbanísticos que llevan aparejados el desarrollo de aquellas zonas. “Asimismo, solicitaremos apoyo económico a la Junta de Andalucía, a través de la elaboración de un proyecto urbanístico específico, especialmente para el tramo comprendido entre el puente de Los Remedios y la calle Río Rosal, que requerirá la ejecución de diversos túneles”, según detalló el regidor de Antequera.
Recuperación de la ribera
Contigua a la circunvalación paisajística, varios niveles por debajo, se extenderá un corredor verde en el actual cauce de la ribera de la Villa que será desarrollado a través de un plan especial, también de reordenación, definido previamente en el PGOU.
La idea es recuperar las diferentes manufacturas, ya abandonadas, que bordean el cauce, a modo de símbolos económicos de la zona que serían potenciados, a su vez, desde un punto de vista cultural y turístico. “Tenemos que hacer las diferentes gestiones con los propietarios actuales de las viejas fábricas, pero el proyecto se perfila como muy bonito y de impulso social y económico”, dijo Millán. Asimismo, se proyecta definir un corredor verde y peatonal que girará en torno a la simbología del agua.