La concentración de menores inmigrantes en el centro Manuel de Falla no ha pasado desapercibida para las mafias que se mueven alrededor de este fenómeno, hasta el punto de que empieza a ser frecuente la presencia en los alrededores de este recurso de personas que ofrecen desplazamientos por carretera a cualquier punto de España y Europa.
El hecho ha sido puesto ya en conocimiento del Cuerpo Nacional de Policía desde el propio centro con el objetivo de que se investigue la posibilidad de que se esté cometiendo algún tipo de hecho delictivo. “Alrededor del centro se están creando mafias. Estas personas saben que allí hay menores que acaban de llegar a Europa y contactan con sus familiares para trasladarlos a donde haga falta”, advierte uno de los trabajadores del Manuel de Falla.
Este “movimiento de mafias” empieza a ser visible no sólo en las proximidades del centro de menores, sino en la zona de la plaza de toros y la barriada de La Constancia, lugares frecuentados habitualmente por unos jóvenes a los que no se les ofrece prácticamente ningún tipo de atención más allá de la básica e imprescindible.
Los funcionarios del centro lamentan que la administración pública no esté ofreciendo “nada” a estos jóvenes, limitándose su trabajo a actuar como “meros gestores de documentación”. “No hay actividades porque no es posible. No hay medios personales ni infraestructuras para organizar ningún tipo de actividad en el centro”, admiten.
El centro de menores Manuel de Falla está viviendo un verano especialmente complejo, atendiendo en ocasiones a más de medio centenar de jóvenes inmigrantes a pesar de que sus recursos están preparados para cubrir las necesidades de 18 personas. “Los chavales están hacinados, no hay comida suficiente y duermen en mantas porque no hay camas suficientes. El personal está estresado y saturado, doblando turnos además porque no se cubren las vacantes”, denuncian.
La situación es de tal gravedad que “no hay tiempo” de llevar a estos jóvenes a un centro de salud para someterlos a una revisión, que era lo que normalmente se hacía cuando alguien ingresaba. A todo eso hay que sumar que la permanente llegada de migrantes a las costas de la provincia impide que estas personas sean debidamente identificadas. “La Policía tampoco tiene tiempo de nada y nos traen a muchos jóvenes que no son menores de edad”, advierten.
Por todo ello, la atención que se está dispensando es de “pésima calidad”, en lo que se califica desde la propia plantilla como una práctica de “hacinamiento puro y duro” que parece alejada de los principios que deben regir en un centro de atención a menores. El Manuel de Falla -insisten- no cumple los requisitos mínimos “ni funcionales ni arquitectónicos” para atender una crisis que no tiene visos de remitir. “Llevo trece años trabajando con menores y esto aumenta cada año. Hasta hace cinco o seis años estas avalanchas se daban en verano, pero ya se dan picos también en invierno”.
Jerez pide ayuda al Gobierno y más medidas a Junta y Diputación
El Pleno municipal aprobó este jueves con el respaldo de todos los grupos una iniciativa de Ganemos a través de la cual se insta al Gobierno central a dotar a los ayuntamientos de los recursos suficientes para atender esta problemática, desbloqueando los fondos de acogida a los municipios que prevé la Ley de Extranjería. También se pide el aumento en las partidas pertenecientes al Ministerio de Empleo y Seguridad Social y la revisión de las políticas migratorias, eliminando las devoluciones en caliente, las concertinas y el cierre progresivo de los CIES, entre otras medidas.
A la Diputación Provincial se le insta a que lleve a cabo el Plan Provincial para la atención de personas migrantes. Finalmente se insta a la Junta de Andalucía a la toma de medidas urgentes para abordar de manera integral el aumento de los Menores Extranjeros No Acompañados (MENA ) y un plan de gestión de las llegadas de inmigrantes que detecte estas situaciones y coordine a todos los actores implicados del tejido asociativo de cada uno de los municipios afectados.