La morosidad de los créditos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas a particulares y empresas se redujo ligeramente el pasado mes de agosto hasta el 6,315%, frente al 6,35% registrado en julio, lo que supone el menor nivel desde marzo de 2011, cuando se situó en el 6,26%.
De este modo, la tasa de morosidad de la banca española consigue mantenerse por debajo del umbral del 7% después de que el pasado marzo se situara en el 6,8%, según los datos provisionales hechos públicos este martes por el Banco de España.
En total, los créditos dudosos descendieron hasta los 75.762 millones de euros en el octavo mes de 2018, desde los 77.333 millones de euros correspondientes a julio.
Esta cifra incluye el cambio metodológico en la clasificación de los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que desde enero de 2014 han dejado de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito.
Sin incluir los cambios metodológicos, la ratio de morosidad se situaría en el 6,48%, puesto que el saldo de crédito fue de 1,167 billones de euros en agosto.
En cualquier caso, la tasa de morosidad se situó 7,29 puntos porcentuales por debajo del máximo histórico marcado en diciembre de 2013, cuando se colocó en el 13,6%.
El crédito total del sector descendió un 1,49% en agosto en relación con julio, hasta los 1,199 billones de euros, mientras que en términos interanuales cayó un 3,59%.
En el mes de agosto, las entidades financieras redujeron hasta 47.517 millones de euros las provisiones, lo que supone una rebaja de 704 millones respecto al mes anterior. Un año antes, este 'colchón' se situaba en 63.173 millones de euros.
En vista de la evolución que mantiene la morosidad este año, el analista de XTB Antonio Sales prevé que la tasa continúe con su descenso en los próximos meses, principalmente por el aumento del volumen vivo de crédito que tiene que mantener el sector inmobiliario.
IMPUESTO HIPOTECARIO
Respecto a la incertidumbre generada en los últimos días alrededor del Tribunal Supremo y su criterio sobre quién debe pagar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), si los bancos o el cliente, el analista ha indicado que, en el caso de producirse un fallo a favor de los clientes, es probable que se produzca una ralentización temporal en la concesión de préstamos hipotecarios, al igual que un incremento en el coste de adquisición de los mismos para los solicitantes, que, "con una probabilidad muy alta, soportarán en el futuro los costes derivados de los mismos".
En cualquier caso, desde XTB han señalado que, de mantenerse estables las principales variables analizadas a lo largo del año y omitiendo el posible impacto que pudiera tener la sentencia judicial del Supremo --se pronunciará el próximo 5 de noviembre--, la tasa de mora "mantendrá su tendencia bajista durante los meses restantes del año y principios del siguiente", a expensas de la posible modificación en los tipos de interés que probablemente se lleve a cabo durante el año 2019.