A deshojar la margarita

A dos días de las elecciones autonómicas andaluzas la campaña electoral llega a la recta final con cierta saturación de gerifaltes llegados de Madrid para hablar no de Andalucía sino de los independentistas, de Quim Torra, de inmigrantes o de la recentralización de las competencias en educación. No es habitual, o al menos hasta la fecha no lo era, que en una campaña de elecciones autonómicas el debate se centrara en otra autonomía diferente o fuera un ensayo de las generales. Basta con hacer un seguimiento a los candidatos de la derecha para comprobar sus alusiones permanentes a Catalunya como si los andaluces no tuviéramos suficiente con nuestros problemas como para andar pendientes de la política interna de otros territorios. Sin embargo, PP y C’s han hecho todo lo posible para trasladar el debate nacional a nuestra comunidad a modo de precalentamiento y con la mirada puesta en el horizonte de un posible adelanto electoral. En este primer envite ambos partidos buscan desafiar las encuestas. Unos pretenden quitarse el trago amargo que supuso la moción de censura a Rajoy, otros evitar que se produzca el “sorpasso” y el tercero en discordia va llenando plazas allá a donde va ondeando la bandera de la “reconquista”. Este último, VOX, reminiscencia que evoca dramáticos tiempos pasado, está marcando el eje de la campaña electoral. Todo puede pasar en las elecciones andaluzas, un voto más un voto menos, un baile de diputados en una provincia y podemos ver un “triunvirato” en el Palacio San Telmo. Juanma Moreno Bonilla y Juan Marín no hacen ascos al partido de Santiago Abascal si con ello consiguen poner punto final a la hegemonía socialista. El líder de C’s, Albert Rivera, ha asegurado que no le incomoda dialogar con otros partidos para gobernar en Andalucía. Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, casi en la misma línea no descarta un pacto con VOX y C’s, reivindicando el voto útil. Lo dicho, si tienen la opción de gobernar no titubearán a la hora de dialogar con una formación a la que le están lavando la cara desde el momento que lo consideran una partido apto para pactar. Un partido antiinmigración, antifeminista, anti… Y desde la izquierda han recurrido también a VOX. En este caso para alentar el fantasma del miedo con el fin de recabar apoyos y de paso dividir el voto de la derecha para que no alcancen la suma suficiente de diputados para gobernar. Es tiempo de deshojar la margarita. Menuda papeleta.