Con el mismo terno verde y oro, con bordados de laureles que estrenó en su reaparición en Olivenza en 2012, tras un gravísimo percance en Zaragoza, hizo su ultimo paseíllo Juan José Padilla en la Monumental de México. Hasta entonces el torero jerezano no lo había usado, permaneciendo estos últimos seis años en las vitrinas de su domicilio. Sus deseos guardados con todo secreto, se cumplieron. En el paseíllo también lució el capote de paseo con la imagen de la Virgen de Guadalupe bordada. Lo que no contó el torero fue con el lote, descastado y peligroso de la ganadería de Boquilla del Carmen que le tocó en suerte.
Tras el paseíllo Padilla recibió una fuerte ovación. Se descubrió un busto de Miguel Espinosa “Armillita Chico”. El primero que correspondió al torero de Jerez, lo recibió con dos largas cambiadas, mostrándose reservón en los lances siguientes. No banderilleó y brindó al público y al cielo. Fue en los primeros muletazos donde el animal mostró su peligro, sufriendo un fuerte derrote directo al pecho, a la altura del hombro derecho. Tras unos minutos de fuerte dolores, el torero se repuso y con su habitual raza volvió a la cara del toro. Juan José tomó precauciones ante un toro complicado y a la defensiva. Aún así no le perdió la cara enjaretando algunos muletazos dominado la embestida. De una estocada terminó su faena.
El último de su vida, el del adiós, se llamaba “Guitarrista”. Lo recibió con una larga cambiada en el tercio. Tampoco fue el toro ideal para una despedida solemne. Abanto de salida, desordenado en la embestida y sin entregarse. Tampoco banderilleó. Brindó a su esposa a través de los micrófonos de la Televisión. Sonó las clásicas notas de las “ Golondrinas” que emocionó al torero y al público. Tampoco fue el toro ideal. Fue arrancándole los muletazos con casta y firmeza. Muy entregado el torero, en los medios y sin que el toro le ayudara, puso a hervir al público, logrando una faenade enjundia que llegó a emocionar. Se fue tras la espada entrando por alto, dejando una estocada para que el animal doblara y cortara la oreja muy merecida. La vuelta al ruedo lenta con la plaza inundada de sombreros y como telón de fondo la canción “cielito lindo”. Emocionado besó el albero, retirándose al callejón, con lágrimas en los ojos.
Padilla declaró, “ no esperaba tanto cariño, respeto y homenajes. La afición mexicana se ha entregado en todas las plazas de los Estados donde he actuado. Es imborrable el comportamiento. He querido que todo saliera bien. Ha sido una temporada intensa y extensa. Me he encontrado en buen estado físico. Estoy orgulloso. Ha merecido la pena, Han sido 25 años en los ruedos donde he matado 1.400 corridas de toros. Ha sido una etapa en mi vida muy feliz .Esta tarde en la Monumental de Insurgentes, será inolvidable. Ahora toca volver a casa. Estoy deseando llegar, abrazar a mi mujer, mis niños, padres, familia y estar con mis amigos. Gracias a Dios que me ayudado”.
En la misma corrida alternaron los matadores mexicanos Arturo Zaldivar que se llevó el mejor lote, cortando una oreja con fuerte petición a su primero. Fermín Espinosa Armillita IV, fue silenciada su actuación. Los toros de Boquilla del Carmen, desiguales de presentación y juego, resultando mejores segundo , quinto y sexto.
Hubo más de un cuarto de entrada en la Monumental Plaza de México(D.F.)