Una investigación de la Universidad de Granada ha demostrado que mandar un mensaje de wasap desde el teléfono móvil mientras se conduce deteriora significativamente el rendimiento en la conducción y aumenta hasta un 134 % las posibilidades de sufrir un accidente en mayores de 55 años.
El estudio del departamento de Óptica de la Universidad de Granada, dirigido por las doctoras Carolina Ortiz Herrera y Rosario González Anera y publicada en la revista Accident Analysis and Prevention, ha analizado cómo influye el uso del WhatsApp en la conducción por edades.
En el estudio han participado 75 conductores, usuarios habituales de esta aplicación de mensajería, que se dividieron en cuatro grupos por edades.
A todos ellos se les evaluó la función visual mediante una amplia batería de test y se midió el rendimiento en la conducción de cada participante en una primera sesión sin distracción y en una segunda sesión bajo distracción, en la que tenían que responder a una serie de mensajes mientras conducían en un simulador.
Finalmente, se recopilaron datos sobre la percepción subjetiva que estos conductores tenían de su conducción mediante una encuesta denominada "Driver Behaviour Questionnaire" (DBQ).
Los resultados han mostrado que la capacidad de conducir empeoró notablemente al ser distraídos mediante mensajes y que el uso del teléfono móvil afectó a la habilidad de los participantes para mantener una correcta posición del vehículo en el carril.
De este modo, la desviación estándar de la posición lateral del vehículo en el carril aumentó significativamente para todos los grupos de edad, excepto para los conductores de entre 25 y 39 años y todos los que usaron WhatsApp mientras conducían mostraron un mayor número de salidas del carril y una mayor distancia recorrida invadiendo el carril contrario.
"El efecto negativo de usar el teléfono móvil al volante fue evidente, ya que el número de colisiones aumentó para todos los grupos de edad", ha destacado Sonia Ortiz Peregrina, investigadora del departamento de Óptica de la UGR.
El estudio ha concluido que escribir mensajes mientras se conduce afectó más al grupo de conductores de edad más avanzada, que sufrieron un número de colisiones significativamente mayor mientras los jóvenes son los que adoptan más conductas de riesgo al volante, cometiendo más infracciones.
Los resultados del trabajo han demostrado además que algunas funciones visuales están relacionadas con el rendimiento en la conducción y que existe un correlación estadísticamente significativa que apunta un mayor número de colisiones, una mayor distancia recorrida fuera del carril y un peor control lateral del vehículo cuando se interactúa con el móvil.