Un total de 84 maltratadores tienen colocado actualmente un sistema telemático de control en la provincia de Jaén, un instrumento para proteger de sus agresores a las víctimas de violencia de género que comenzó a aplicarse en 2009. Solo en 2018 se colocaron un total de 21 sistemas de control a maltratadores.
Este número de las popularmente conocidas como 'pulseras' convierte a Jaén y Almería en las provincias españolas que en relación con su población cuentan con más dispositivos de este tipo en funcionamiento, tal y como ha indicado a Europa Press la fiscal delegada de Violencia sobre la Mujer, Gracia Rodríguez.
Este sistema se está utilizando tanto en causas que están en fase de instrucción como en ejecución de sentencias procedentes de los Juzgados de lo Penal y de las secciones de la Audiencia Provincial de Jaén.
Actualmente, hay 65 pulseras colocadas a maltratadores ya condenados judicialmente, mientras que el resto hasta 84, es decir una veintena, se corresponden con medidas cautelares o preventivas adoptadas desde los diferentes juzgados de la provincia de Jaén.
Este sistema se está aplicando también en casos en los que el condenado haya incumplido continuamente la pena de alejamiento y no se contara con la voluntad de la víctima para denunciar los quebrantamientos, sino que lo consintiera.
Rodríguez ha señalado que, al margen de las críticas a estos sistemas de control, las pulseras a maltratadores son "un instrumento buenísimo" para contribuir a la seguridad de las víctimas, aunque todavía a día de hoy siguen estando "infrautilizadas".
En este sentido, ha recordado que se disponen de unos 3.500 pulseras para toda España, pero solo hay colocadas "unas mil". Rodríguez ha indicado que las reticencias al uso de esos dispositivos viene fundamentalmente porque "dan mucho trabajo tanto a la policía como a los juzgados".
A diario entran en la Fiscalía numerosas incidencias relacionadas con el uso de los sistemas telemáticos de control que son remitidas desde Pozuelo de Alarcón donde se encuentra el centro de control Cometa. No obstante, ahora se están sustituyendo las pulseras 2G por 3G lo que implica una mayor cobertura y por tanto, menos incidencias.
Estos dispositivos de control telemático permiten en todo momento verificar el cumplimiento de las medidas y penas de prohibición de aproximación a la víctima impuestas en los procedimientos que se sigan por violencia de género en los que la autoridad judicial acuerde su utilización.
El sistema proporciona, además, información actualizada y permanente de las incidencias que afecten al cumplimiento o incumplimiento de las medidas o penas, así como de las posibles incidencias, tanto accidentales como provocadas, en el funcionamiento de los dispositivos electrónicos utilizados.
Rodríguez insiste en que estos brazaletes persiguen hacer efectivo el derecho de la víctima a su seguridad y contribuir a su recuperación. Además, permiten documentar el posible quebrantamiento de la medida o pena de prohibición de aproximación impuesta, y además disuaden tanto a los inculpados como a los condenados por violencia de género.
Estos sistemas de control telemático consisten fundamentalmente en un brazalete para el maltratador que emite una señal de radiofrecuencia y que bajo ningún concepto puede quitarse o manipular. El brazalete va acompañado de un dispositivo de localización GPS que incorpora las funcionalidades básicas de un teléfono móvil.
Por su parte, las víctimas reciben un pequeño dispositivo que permite detectar la señal de radiofrecuencia del transmisor del inculpado o condenado y a través del cual reciben las alertas sobre la proximidad de su agresor.
La fiscal responsable de Violencia sobre la Mujer, Gracia Rodríguez, reconoce que hay mujeres que les resulta difícil convivir a diario con la tensión que les genera las alertas que les puedan llegar, pero "también es verdad que hasta el momento no se ha producido la muerte de ninguna mujer que esté utilizando este sistema de protección y esto debe ser una tranquilidad para ellas".