El tiempo en: Málaga

Campo de Gibraltar

“El puerto de Algeciras no ha recibido el trato que se merece”

Salvador de la Encina es presidente de Puertos del Estado

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • Salvador de la Encina. -

El pasado 22 de marzo, el Consejo de Ministros aprobó, a propuesta del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, el nombramiento de Salvador de la Encina Ortega, como presidente de Puertos del Estado.  Sustituye en el cargo a María Ornella Chacón, quien ha cesado  por motivos personales. Aunque nacido en Ceuta,  este abogado lleva residiendo varias décadas en Algeciras, donde tiene su residencia familiar y donde se han criado sus hijos. A la espera de lo que ocurra en las elecciones generales del próximo  28 de abril, asegura que hay trabajo por hacer en este breve intervalo de tiempo, sabiendo que si Pedro Sánchez sigue de presidente del Gobierno, el continuará al frente de Puertos del Estado.

—¿Cuáles fueron las  prioridades que se marcó cuando se hizo cargo de la presidencia de Puerto del Estado?

—A corto plazo, dos. La primera era garantizar la estabilidad en el sector de la estiba, algo que ya la hemos resuelto cuando el pasado miércoles el Congreso convalidó el  Real Decreto Ley de reforma de la estiba, que da seguridad jurídica a las empresas y estabilidad a los trabajadores con la subrogación laboral por Ley.  Se ha conseguido tranquilidad y seguridad  para las dos partes, los trabajadores y las empresas. A los trabajadores se les garantiza la subrogación laboral, es decir, que los cambios que se producirán en las actuales Sagep ( Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios) mantengan las condiciones de trabajo que tienen ahora, cosa que no ocurría con el anterior Gobierno del PP, que les despedía, les indemnizaba para volver a contratarlos con una futura ETT con 900 euros de salario. Ellos han luchado para que se les respete esas condiciones laborales que se han ganado a pulso.  

—¿Su segunda prioridad a corto plazo ?

—El segundo reto es poder cerrar el convenio colectivo de las autoridades portuarias que está pendiente desde el año 2010. Estamos avanzando con numerosas reuniones tanto con el Ministerio de Fomento como con el de Hacienda. Yo mismo participé en la reunión negociadora que hubo el pasado miércoles con ciento veinte representantes de todos los puertos de España con los que me comprometí a que más pronto que tarde el convenio esté cerrado y debe estarlo por justicia social.

—¿Y a medio y largo plazo?

—El nuevo Marco Estratégico del sistema portuario español para seguir siendo competitivos y más eficientes, generando bienestar y seguir siendo uno de los sectores básicos de la nuestra economía.

—Con anterioridad  mencionó usted la aprobación del Real Decreto de la Estiba. ¿Le sorprendió el voto contrario del  Grupo Popular a este texto en la Comisión Permanente del Congreso?

—Sí y mucho. Ha sido una irresponsabilidad. El pasado 20 de febrero, cuando ya se habían anunciado que habría adelanto electoral, en la última comisión de Fomento habíamos aprobado una proposición no de ley en la que decíamos que si había un acuerdo negociado por las dos partes y aprobado por el consejo de ministro, como se hizo, habría apoyo en la Comisión Permanente. Y no se ha cumplido este acuerdo. El PP decidió votar al final en contra por unos intereses que desconozco. Me parece una irresponsabilidad mezclar  el decreto de la estiba, que tiene un componente básicamente económico, con la cuestión política de las elecciones. Son ellos los que deben dar explicaciones de por qué le han dado la espalda a los trabajadores y a un sector económico vital para el desarrollo de nuestro país. Hay un dicho de que con las cosas de comer no se juega y aquí estamos hablando de mano de obra, de inversiones. A mí me alegra que presidentes de autoridades portuarias designados por la Junta de Andalucía, que preside el PP, hayan aplaudido la aprobación del Real Decreto, como ha sido el presidente del puerto de Algeciras, Gerardo Landaluce.

—¿Era peligroso no aprobar este Real Decreto de la estiba?

—Sin el problema de la estiba resuelto, nuestros puertos tendrían un futuro tremendamente complejo, por no decir negro. Es vital para la economía española. En un mercado tan competitivo como el portuario, las empresas requieren seguridad jurídica y paz social y eso es lo que se ha conseguido con mucha negociación, especialmente en los últimos ocho meses de gobierno de Pedro Sánchez. Sin la estiba resuelta es imposible avanzar en los puertos.

—Queda pendiente la cuestión de las prejubilaciones de la estiba.

—Es algo que ya estamos negociando y desarrollando. Tenemos un tiempo para hacerlo y estamos avanzando con el Ministerio de Trabajo que es el que lo lleva. Disponemos de partida presupuestaria este año para rejuvenecer el sector y posibilitar la salida de aquellos que ya son más mayores y se quieran acoger.

—Usted antes habló del convenio colectivo de las autoridades portuarias ¿No ha sido poco responsable mantenerlo caducado  casi una década tratándose de un sector tan importante para la economía de España?

—Más que una irresponsabilidad creo que habrán intervenido otros factores, no sé si falta de interés o de capacidad, pero los mimbres ya están para poder cerrarlo porque es importante hacerlo. Hablamos de un sector que genera trescientos millones de beneficios al erario español y es de justicia que en el reparto también se beneficie a los trabajadores. Tras el Real Decreto de la Estiba es el reto más inmediato y espero verlo hecho pronto.

—¿Es partidario de una reforma del modelo de gobernanza de los puertos dando más autonomía de gestión a las autoridades portuarias y que no dependan del último visto bueno del Estado?

—Las autoridades portuarias tienen autonomía y la tienen porque así lo define la Ley de Puertos. Ellas tienen sus planes de empresas, que es cierto que deben ser consensuados con el consejo rector de Puertos del Estado. Se puede mejorar la complementariedad de cada uno de nosotros, pero sin perder el horizonte que el Estado es el titular y el que tiene que gestionar, junto a esas autoridades portuarias, el presente y futuro de los puertos.

—¿Habría alguna forma de aligerar la carga burocrática que soportan las empresas portuarias?

—En lo que es competencia de Puertos del Estado ya lo empezó a hacer mi antecesora y yo lo voy a impulsar. Algo tan simple como son los pliegos para los servicios queremos unificarlos para todos los puertos. Es posible y razonable hacerlo.  Hay otros aspectos que ya son más complejos porque se trata de otros organismos que están dentro del puerto, como es el Punto de Inspección Fronteriza, que en el caso del puerto de Algeciras tiene una carga de trabajo tremenda y donde hay que dotarlo de más medios humanos y materiales. Pero el PIF depende de Seguridad Exterior, del Ministerio de Agricultura y del Ministerio de Hacienda y lo que intentamos hacer ver a Madrid en este reparto de competencias, es que hay que habría que tener un mejor sistema de coordinación para que el sistema funcione lo más eficaz posible y las mercancía, dentro del control que deben tener, no se estanquen y conlleven una merma en la actividad económica. Me consta que en otros puertos importantes los PIF deben de tener un funcionamiento más óptimo de lo que es ahora.

—Personalmente he tenido la impresión que el último presidente de Puertos del Estado que nombro el PP, José Llorca, miraba con mejores ojos a los puertos de Cataluña y Valencia que a los andaluces y en concreto al de Algeciras. No sé si con usted, primer andaluz en ocupar este cargo, dejaré de tener esta sensación.

—No voy a entrar si con Llorca se beneficio más a unos puertos que a otros. Lo que sí digo es que mi compromiso es con todos los puertos y que lo es de entrega y apoyo total. Así se lo he dicho a todas las autoridades portuarias.

—¿No ha tenido usted la sensación de que el puerto de Algeciras ha sido marginado en el sistema portuario , siendo como es el puerto más importante del país?

—Más que marginado y con los datos en la mano de sus movimientos de mercancías y su potencial, creo que el trato que ha recibido no es el que se merece como primer puerto de España. Mi compromiso es corregir una serie de situaciones, y darle el trato que corresponde. Tenemos retos que resolver como es el ferroviario o el ya mencionado PIF. Si tengo tiempo y si los ciudadanos deciden  en las próximas elecciones que siga gobernando Pedro Sánchez y a mí me mantiene en el cargo, me comprometo a poner todo mi empeño en resolverlos. Y lo haré por justicia, porque se lo merece.  

—¿Y confía  que el  corredor ferroviario que una al puerto de Algeciras con Europa esté concluido a tiempo?

—Mire, en siete años con el Partido Popular en el Gobierno, treinta millones y nosotros pusimos 225 millones de euros en los Presupuestos Generales, que por desgracia no se aprobaron y conllevó la disolución de las Cortes. Nuestro compromiso está ahí y si los ciudadanos nos dan la confianza, vamos a presentar esa misma partida presupuestaria que haga que para el horizonte de 2021 se pueda acometer por completo la obra, algo que se puede y se debe hacer. Este gobierno de Pedro Sánchez, conmigo como presidente de Puertos del Estado, lo va a hacer.  

—El Campo de Gibraltar ha recibido muchas promesas por parte de los partidos políticos que luego no se han cumplido.

—El compromiso de Pedro Sánchez con Algeciras y el Campo de Gibraltar es un hecho que está ahí y que no se puede poner en duda. Mi nombramiento como presidente de Puertos del Estado es un reconocimiento también a la comunidad portuaria y al Puerto de Algeciras. Pedro Sánchez ha cumplido el compromiso que adquirió hace un año, cuando aún no era presidente del Gobierno. Lo ha cumplido con medidas como son el plan integral para el Campo de Gibraltar, el Plan de Seguridad Ciudadana, que tanto buenos resultados está dando en la lucha contra el narcotráfico con un ministro que es un lujo de candidato por la provincia, que es Fernando Grande-Marlaska.

—¿Tiene que que temer el puerto de Algeciras a Tánger-Med?

—Claro y no sólo a él, sino también al puerto de Sines, en Portugal,  a  Gioia Tauro, en Italia, a los puertos del norte de Europa. Es un sector muy competitivo para todos, pero en lo que debemos centrarnos en ser nosotros más eficientes que ellos y uno de los problemas que hubiese complicado nuestra competitividad era la estiba, pero repito que esa cuestión ya está resuelta.  Ahora queda para Algeciras las mejoras del ferrocarril, un aumento de los medios humanos, mejorar servicios como el PIF. Y todo eso se puede hacer y avanzar en otras cuestiones. como es avanzar en una estrategia de nuevas tecnología. Y yo confío plenamente no sólo en el buen hacer del puerto de Algeciras, sino en todo nuestro sistema portuario, que en los años de crisis ha seguido generando empleo, bienestar y beneficios económicos para España.

—¿Y cuál es el futuro del puerto de Cádiz ?

—Es un puerto que ha venido cumpliendo un papel importante que lógicamente no es el del puerto de Algeciras. Me consta que tanto la actual presidenta, Teófila Martínez, como lo hizo su antecesor, José Luis Blanco, abordará la puesta en funcionamiento de la terminal de contenedores  y que se está en la labor de buscar una empresa para su explotación. Hay que dotarla de mayor competitividad con la obra ferroviaria del Bajo de la Cabezuela. Y hay que potenciar la llegada de cruceros, que está dando muy buenos resultados no sólo para el puerto sino también para la ciudad. El puerto de Cádiz no sólo tiene presente sino también futuro prometedor. 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN