El martes de la Feria de Abril de Sevilla es desde hace tres años una jornada grande porque el miércoles es el único festivo y se puede disfrutar sin mirar el reloj ni madrugar al día siguiente, y este año ha estado marcado por el calor, con hasta 33 grados registrados en el termómetro de la portada.
La Feria tiene tradiciones más que centenarias, como el baile, el cante, la comida compartida, la diversión y los caballos, pero también cambia, aunque a muchos no se lo parezca, y uno de esos cambios se produjo hace tres años tras una votación popular para que comenzara antes, acabara también antes y se incluyera un festivo.
Pues bien, este festivo es el miércoles de Feria, lo que convierte el martes en un día aprovechado en masa por los sevillanos, como se ha demostrado este año de nuevo a pesar del calor, la palabra más repetida por los feriantes y los trabajadores que hacen posible la diversión.
Los abanicos aún son manuales, pero se movían a una velocidad como si fueran mecánicos; las sombras eran un valor en alza y los camareros no daban abasto para atender la demanda de cervezas, rebujitos y refrescos.
Eloísa Cortés, que vende granizadas y agua en un puesto de la calle, ha confirmado a Efe que han aumentado sus ventas respecto al resto de días de la feria, que comenzó el sábado, lo que han repetido otros vendedores.
El cochero Francisco Javier Menudo, ataviado con camisa, chaleco, chaqueta y sombrero, sudaba junto a su compañero y los caballos con los que recorre el Real todos los días hasta las 20.00 horas para pasear al "señorito" del cortijo de Hinojos (Huelva) en el que trabaja.
Para paliar el calor, solo quiere refrescos porque a los cocheros también les hacen controles de alcoholemia como a los conductores para evitar posibles accidentes con los animales que manejan, que podrían ser "graves", ha matizado.
Los días de feria tienen un calendario de recepciones que es necesario ordenar y seleccionar. Hoy tocaban las del PP, la Autoridad Portuaria, Endesa y la Asociación de la Prensa de Sevilla, que ha concentrado a numerosos políticos, desde la expresidenta socialista Susana Díaz al líder andaluz de Vox, Francisco Serrano, quien ha alabado la "pluralidad" que ha experimentado.
También han asistido a la caseta de la Prensa los consejeros de Ciudadanos del Gobierno andaluz Juan Marín, Javier Imbroda, Rocío Ruiz y Rocío Blanco, que se hicieron una foto junto a la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, también de Ciudadanos, y el portavoz parlamentario de esta formación, Sergio Romero.
En la foto se "coló" el consejero Jesús Aguirre, del PP, que gestiona Salud y Familias.
En esta caseta, además de departir políticos y periodistas con pocos micrófonos por delante, se entregaron los anuales Claveles de la Prensa a la campeona del mundo de windsurf Blanca Manchón, quien ha subrayado que se puede ser deportista de elite y madre; al periodista Roberto Leal y a la Fundación Ana Bella, que atiende a mujeres víctimas de violencia machista.
Leal ha recordado que hace veinte años estudiaba Periodismo en Sevilla y se colaba en la caseta de la Prensa tras hacerse amigo del portero, mientras que la Fundación ha destacado que el premio les dará "amor y fuerza para seguir ayudando a que las mujeres sean felices".
Otra de las novedades de este año es la creación, en la caseta Marimorena, de un equipo de 25 mujeres que forman el Punto Morado para atender a mujeres que hayan sufrido alguna agresión sexual u otro tipo de agresión sexista en el Real.
Una de las coordinadoras de la iniciativa, Belén González, ha afirmado a Efe que aún no han tenido que atender a ninguna mujer y solo han recibido la visita de personas que quieren ser voluntarias y de otras agradecen el servicio que prestan, que no es "ser vigilantes de la feria" ni suplantar a los especialistas, sino dar un primer servicio a las posibles víctimas.
Además del calor, ha sido comentado el menor número de mujeres que van a la grupa en los caballos con jinetes varones, mientras que es cada vez más usual ver a mujeres amazonas llevando las riendas de los animales, como lo confirma Alejandra Millán, de 18 años y con cinco años de experiencia en su propio caballo
