Nohelia que vive junto con su bebé de dos años y su pareja, Antonio, tienen hasta septiembre para encontrar una solución habitacional, después de que hoy lograran la paralización del desahucio que les iba a dejar en la calle. Esta familia respira tranquila, pero sin dejar de trabajar en la búsqueda de una nueva vivienda, ya que el fondo buitre al que el Banco Santander vendió el inmueble se niega a realizarles un alquiler social.
“Mientras hay gente que no tiene acceso a una vivienda y hay gente sin techo, lo primero que hacen en este Ayuntamiento es subirse el sueldo un 20 por ciento”A las 9:30 de la mañana se presentó la comisión judicial para notificarles que tienen 60 días para encontrar un nuevo hogar y abandonar en el que llevan residiendo dos años, “ellos han decidido parar el desahucio por la presión de las asociaciones”, ha indicado Nohelia, añadiendo que “se han negado a hacer un alquiler desde primera hora”.
“He arreglado bastante; no había enchufes ni luces, los cables colgando y mi padre me tuvo que poner todo”, ha explicado la madre. Asimismo, ha afirmado que “tengo agujeros en los techos de haber tenido puestos extractores y cosas”, lo que le hace pensar que “la casa la han utilizado para cultivar marihuana, porque hasta en el salón tenía un grifo”, ha dicho. “La casa estaban derrumbada”, ha sentenciado la tía de Nohelia.
Así, ha recordado que la notificación de desahucio le llegó “hará dos semanas, no nos ha dado tiempo a reaccionar”, mostrándose preocupada por la dificultad de encontrar un inmueble, porque “no hay ni Dios que me alquile”.
Esta familia cuenta con los 550 euros que concede el Instituto Municipal de la Vivienda como ayuda al alquiler, pero eso no es suficiente. “Ellos te dan la ayuda del alquiler y que nos busquemos la vida, pero es que con esa ayuda no se encuentra nada, porque mi prima lleva tres años con esa ayuda y nada”, ha ejemplarizado.
“La única solución que me daban desde el IMV y los servicios sociales es que me fuera a un albergue”, ha criticado, haciendo referencia a la alternativa dada por las instituciones si el desalojo se hubiese llevado a cabo.
En cuanto a ello, Paco, activista independiente, ha matizado que “nadie quiere aceptar la ayuda a la vivienda, porque tienen que declarar el alquiler, cosa que no quieren, por lo que no puede hacer uso de esa ayuda”, agregando que el IMV “no te concede la ayuda hasta que no haya un desahucio de por medio”.
Nohelia y su familia habían encontrado un propietario dispuesto a aceptar la ayuda, pero, al ser de tres años la duración de la ayuda del IMV y la ley obligar a realizar un contrato de cinco años, “este señor dice que quiere una garantía de que esos dos años restantes podrán pagar el alquiler”, ha relatado Paco. “En el IMV dicen que ellos no saben lo que puede pasar dentro de tres años, que no son adivinos”, por lo que el posible arrendador no cede en realizar el alquiler.
“Ponen el carro por delante del burro”, ha incidido Paco, subrayando que “si la duración de los alquileres es de cinco años, la ayuda al alquiler tiene que ser de cinco años también”.
Asimismo, este activista ha adelantado que están en conversaciones con otro fondo buitre, “porque piden avales y todo, a ver cómo lo podemos solucionar, pero no tendrían vivienda hasta octubre”, por lo que septiembre se verían en la calle. “No se está trabajando solamente para el día de hoy, se está trabajando para el día de mañana”, ha matizado Paco.
“Mientras hay gente que no tiene acceso a una vivienda y hay gente sin techo, lo primero que hacen en este Ayuntamiento es subirse el sueldo un 20 por ciento”, ha criticado, alegando que “hay un parque de 3.000 viviendas, pues lo que tienen que hacer desde el Ayuntamiento es alquilar esas viviendas para que luego las puedan alquilar los beneficiarios de esas ayuda social”. “De nada sirve que se ponga una ayuda al alquiler, cuando no se encuentran alquileres”, ha sentenciado.
En septiembre se marcará una nueva fecha de lanzamiento y la situación de la familia “será más problemática si no encuentran una vivienda”, ha concluido Paco.
Desde la Plataforma de Afectado por la Hipoteca dieron la voz de alarma de la situación y han presionado también para encontrar una solución. “Estamos aceptando una serie de cosas que no pueden ser y eso no va a ninguna parte”, ha indicado un miembro de la Pah, haciendo referencia a la paralización del desahucio que no da una solución habitacional.
