La ex alcaldesa de Rota, Eva Corrales, abandonó en la tarde del pasado jueves la prisión sevillana de Alcalá de Guadaíra tras obtener el segundo grado. Sus problemas de salud y su buen comportamiento han sido claves para que pudiera salir a la calle tras cuatro meses de reclusión.
La ex regidora roteña ha pasado cuatro meses en la prisión de Alcalá de Guadaíra tras ser condenada a cuatro años y medio de prisión. Su buen comportamiento y sus problemas de salud han sido más que suficientes para que Corrales obtuviera el segundo grado. Su marido y su hija de acudieron el jueves a recogerla en las afueras de la prisión.
De esta forma, Corrales, al clasificarse como presa de segundo grado, tendrá que visitar una vez a la semana esta prisión para firmar. Familiares de la ex regidora han asegurado que en estos primeros días en libertad está contenta pero psicológicamente agotada.
Corrales fue condenada a una pena de cuatro años y seis meses de prisión, a otra de cuatro años de inhabilitación especial para cargo público y al pago de una multa diaria de seis euros durante 15 meses por un supuesto delito de falsedad en documento oficial, y a una pena de ocho años y seis meses de inhabilitación especial para cargo público por un supuesto delito continuado de prevaricación.
El 'caso Horas Extra' trata sobre la presunta adjudicación irregular de contratos de suministro a un funcionario del Ayuntamiento de Rota y a su esposa entre 2004 y 2010 para la elaboración de trabajos de bordado para las bandas de Sirenas, Ninfas de Carnaval y Damas de las Fiestas Patronales, así como otros elementos ornamentales como peones, dalmáticas y los trajes de los maceros.