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Lunes 29/04/2024  

San Fernando

Un decorado de Halloween para el certamen de marchas de Caridad

La fachada en ruinas de la Casa Lazaga se convertirá en una postal para la mayoría de los músicos que suben al escenario y para el público en general.

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Las agrupaciones Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, de la Puebla de Cazalla; la banda de cornetas Santísimo Cristo de Los Milagros de Sanlúcar de Barrameda; la Agrupación Musical Las Angustias, de Chiclana; la Agrupación Nuestro Padre Jesús de la Fuensanta de Morón de la Frontera; la Agrupación Santa María de la Esperanza Fraternitas, de Sevilla y la agrupación Lágrimas de Dolores, de San Fernando.

Son las que participan en el VIII Certamen Javier Moreno Ortíz de la Hermandad de la Caridad de San Fernando que este año han cambiado el templete de la música de la Alameda Moreno de Guerra por la calle Real pura y dura, con la fachada de la Casa Lazaga sirviendo de decorado. Eso sí, las dos farolas-postes de catenarias afean un poco mientras que la palmera no deja ver, pero proyecta una sombra que se convirtió en una de las zonas más disfrutadas por los presentes que se movían a la vez que el sol.

Al parecer, el escenario habitual no se ha utilizado este año por motivos electorales, según han manifestado algunos cofrades a este periódico, ya que en la Alameda están los tenderetes de los partidos políticos con la propaganda del domingo que viene. Eso sí, están detrás del templete de la música.

Como toda actividad que se celebra en la ciudad y trae a personal de fuera es una forma de publicitar San Fernando de cara al turismo, son incontables las fotos y videos que se han tomado de tan singular enclave y para los sevillanos de la Puebla de Cazalla, de Morón y de la capital hispalense y los gaditanos de Sanlúcar y Chiclana será un recuerdo imborrable su participación en este certamen.

Seguramente mostrarán el magnífico telón de fondo de una casa-palacio en ruinas, aunque los buenos recuerdos que tuvieron de su participación diluyan cualquier comparación con la situación de la ciudad. Si no se les ha caído nada encima, no quiera Dios. 

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