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El Programa Incorpora tendrá su acto de clausura el próximo martes

En total 98 alumnos han pasado por esta acción formativa durante el año 2019

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  • Alumnos del Plan Incorpora -
  • Están destinados a personas en riesgo de exclusión social y vulnerabilidad

Este martes tendrá lugar en la Fundación Cajasol la clausura de las acciones formativas del Programa Incorpora llevadas a cabo por las asociaciones Alendoy y EQUA en Cádiz. Estos cursos son totalmente gratuitos, están coordinados por la Junta de Andalucía y subvencionados por La Obra Social La Caixa y por la Fundación Cajasol.

La finalidad del programa es la inserción laboral. Van destinados a las personas en riesgo de exclusión social y tienen una duración de tres meses. Durante el primer mes se trabajan las competencias personales y transversales de los alumnos, en el segundo mes hay una formación técnica en relación a la tipología del propio curso, mientras que finalizan con unas prácticas en empresas.

En el año 2019, el Programa Incorpora ha realizado siete cursos, de los cuales en Alendoy han tenido lugar los de camareros de piso en alojamientos hosteleros y residencias geriátricas, servicios auxiliares de hostelería, dinamización de ocio y tiempo libre, servicios auxiliares de limpieza, mientras que en EQUA han llevado a cabo los de  auxiliar de jardinería, camarero/a de bar-restaurante, carnicería y charcutería.


En total, 98 personas han pasado por esta formación, de las que 50 han quedado insertadas, mientras que los dieciséis alumnos del curso de servicios auxiliares de limpieza, todos hombres, se encuentran haciendo prácticas y los quince alumnos de carnicería y charcutería continúan con su formación académica.

Esther Benítez es la coordinadora del Programa Incorpora en Alendoy. Habla sobre los cursos y la formación de los alumnos. “El primer mes trabajamos la actitud, como actúas frente una responsabilidad, resolver un conflicto y trabajar en equipo. Es decir, todo lo que a ti te pueda servir para ser un buen profesional, pero también para ser un buen compañero y un buen candidato para una empresa. Todo esto se trabaja a través de competencias y habilidades personales y sociales”.

“Lo que se pretende con estas prácticas es que se adquiera la formación en la empresa, que es la mejor manera de desarrollar después su función y el siguiente objetivo es que si a la empresa le gusta esa persona, pueda formar parte de la plantilla cuando así lo requiera la propia empresa”, comenta.

Agradece el apoyo del sector empresarial gaditano. “Estamos muy agradecidos a las empresas porque realmente el broche de oro lo ponen ellos. Nos abren las puertas, confían en el programa y en el seguimiento y el trabajo que hacen los profesionales para que esas prácticas se lleven bien. Se prestan a las tutorías y a enseñarle a los alumnos dentro del puesto de trabajo, que al final es un espacio y un tiempo que le roban a otras cosas”.

Afirma que existe una evolución en los alumnos desde que comienzan los cursos hasta su finalización. “La transformación es en ellos, pero también en los formadores. Cada curso es especial, cada persona es un mundo y aporta muchísimo. Descubrimos talentos que si no fueran por la convivencia del día a día durante tres meses serían imposibles. Son cinco horas al día en el que lo conocemos todo: con quien vive, como se lleva con su familia, sus relaciones de pareja, como se lleva con el entorno, sus sueños y sus dificultades”.

Señala que no existe un patrón común de las personas que realizan estos cursos. “Aquí vienen personas jóvenes de 18 años que han dejado los estudios”, aunque también “mujeres que han dejado el trabajo por cuidar a sus hijos, han pasado muchos años y no las cogen en ningún sitio. En EQUA hay muchos desempleados mayores de treinta años, algunos incluso con carrera universitaria y que llevan más de dos años sin encontrar trabajo”.

“Las personas que pasan por el programa, no tienen tanta formación y experiencia, pero si actitud, que es lo que nos ha dado tiempo a trabajar”, continúa.

Para Alendoy es todo un orgullo ver como sus alumnos crecen a nivel personal y se incorporan al mercado de trabajo. “Lo que pretendemos realmente es que ellos realicen un proyecto de vida”, ya que “lo importante es que todas esas habilidades adquiridas, si en un futuro se quedan sin empleo, ellos la vuelvan a utilizar de manera autónoma, puedan desarrollarse”.

Este martes se clausuran los cursos del Programa Incorpora que han desarrollado durante el año 2019, que han significado una oportunidad laboral, aunque también de crecimiento personal, para las personas en riesgo de exclusión social de la capital gaditana, que como todos, tienen derecho a una segunda oportunidad en la vida.

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