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¿Tengo un coche clásico o simplemente antiguo?

A la hora de analizarlo como inversión, debemos saber los diferentes tipos de clasificaciones que existen en el patrimonio histórico automovilístico

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  • Coche.

Tanto para formalizar un seguro como para conocer las implicaciones impositivas y restricciones de circulación, es fundamental saber qué tipo de coche conducimos. Incluso, a la hora de analizarlo como inversión, debemos saber los diferentes tipos de clasificaciones que existen en el patrimonio histórico automovilístico.

A cualquier amante de los motores se le ha cruzado alguna vez la idea de comprar un coche al que fue fabricado antes que nosotros. Algunos modelos evocan importantes capítulos de la historia que nos antecede y son verdaderas joyas del patrimonio automovilístico. Otros nos recuerdan alguna foto en blanco y negro o haber sido el primer coche de nuestro abuelo. 

Con esta ilusión muchos se han aventurado a su compra y una vez que lo tienen estacionado en su garaje, comienzan a preguntarse qué implicaciones tendrá su antigüedad a la hora de contratar un seguro o pagar impuestos. Incluso, muchos conductores desconocen que este tipo de automóviles tienen ciertas restricciones de circulación. La clave aquí es conocer si se trata de un coche clásico o antiguo, porque para sorpresa de muchos, en el mundo del automovilismo estas palabras no son sinónimo. 


Utilizar un comparador de seguros de coche fiable, nos puede arrojar las primeras pistas sobre los costos e implicaciones para conducir este tipo de vehículos en el marco de las determinaciones legales, ya que la contratación de un seguro es obligatoria para coches clásicos. 

¿Cuándo hablamos de un coche “clásico”? 

En efecto, ser antiguo no implica que se trate de un vehículo capaz de ser considerado “clásico” de acuerdo a la reglamentación vigente. 

En general, se considera que si el modelo que adquiriste o conduces tiene más de 30 años, es posible matricularlo como vehículo clásico, aunque siempre existen excepciones y requisitos especiales que varían de una comunidad a otra.

Para ser considerado como vehículo histórico, debe ser inspeccionado por el órgano competente de la Comunidad Autónoma donde esté matriculado, así como recibir una resolución favorable de catalogación del vehículo como histórico. Además, antes de ser matriculado como histórico, el coche deberá pasar una inspección técnica en una estación ITV. 

Finalmente, si todos estos requisitos se cumplen en tiempo y forma, el vehículo será matriculado como histórico en la Jefatura Provincial de Tráfico del domicilio del propietario. 

Otros coches que pueden ser históricos 

Además de los vehículos que tienen más de 30 años de antigüedad, existen otros dos tipos de coches que también son considerados históricos.

En primer lugar, están aquellos que forman parte del Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico o declarados Bienes de interés cultural. En general se trata de vehículos que gozan de especial interés por haber pertenecido a alguna personalidad relevante o haber formado parte de un acontecimiento trascendente en la historia de la comunidad. 

Luego están los “vehículos de colección”, es decir, aquellos que, por sus características, escasez u otra circunstancia, sobresalen entre sus contemporáneos. 

Impuestos y seguros: lo que hay que tener en cuenta 

En muchos municipios españoles, el propietario de un vehículo histórico está exento de pagar el impuesto municipal de circulación y en algunos casos no es necesario que cumpla las nuevas normativas que regulan la contaminación por emisiones. 

Tal y como mencionamos al principio, reviste especial importancia informarse sobre el seguro que debemos contratar para poder conducirlo. El seguro de coche es obligatorio para que este tipo de vehículos puedan circular en el marco de la legalidad. 

Generalmente, su precio de contratación es menor debido a la antigüedad y a sus restricciones de circulación, de las que hablaremos en el siguiente apartado. Sin embargo, no todas las pólizas son aptas y es conveniente elegir una que se adapte a las especificaciones del coche y el tipo de uso que queramos darle. 

¿Cuáles son las restricciones de circulación? 

Los coches clásicos o históricos han sido fabricados en una sociedad muy diferente a la nuestra. Las normas, el tipo de carreteras y el estilo de vida eran completamente diferentes en aquel entonces y, por supuesto, la fabricación de automóviles respondía a esas necesidades y no a las de nuestro tiempo.Es por ello por lo que el conductor y las normas deben adaptarse al presente para garantizar la seguridad vial de todos. 

La norma más importante a tener en cuenta tiene que ver con las limitaciones en la circulación del vehículo. Aunque en algunos municipios hay variaciones, en términos generales se establece que aquellos vehículos que no superen los 40 km/h deberán desplazarse por el arcén. De igual manera, los coches cuya velocidad máxima no alcance los 60 km/h tienen prohibida la circulación en autopistas y autovías. 

En la tarjeta de inspección técnica pueden figurar, asimismo, otras restricciones de acuerdo a las circunstancias y características del modelo. En los modelos más antiguos, por ejemplo, suele restringirse la conducción en horas nocturnas y/o en condiciones climatológicas adversas como lluvia intensa o nieve. 

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