El movimiento opositor Gente Corriente y Personalidades Independientes (OLaNO), del populista conservador Igor Matovic, es el vencedor de los comicios legislativos en Eslovaquia celebrados el sábado, que auguran un difícil proceso para la formación de un nuevo Gobierno.
Tras el escrutinio del 99,9 % de los votos que la Comisión Electoral ofreció en directo, OLaNO obtuvo el 25,02 % de los sufragios, por delante del 18,29 % del gobernante socialdemócrata SMER.
Esa formación, hegemónica en las urnas en los últimos quince años pero desprestigiada por el asesinato del periodista Jan Kuciak y los indicios de connivencia con el crimen organizado, ha retrocedido 10 puntos, desde el 28,28% obtenido hace cuatro años.
Por el contrario, OLaNO casi se ha duplicado al subir 12 puntos, impulsado por el voto protesta y con una campaña centrada en la lucha contra la corrupción.
Con un 8,24 % de los votos, la formación de extrema derecha "Somos una familia" (Sme Rodina), socio eslovaco del nacionalista y xenófobo "Movimiento por una Europa de Naciones y Libertades" abanderado por la francesa Marine Le Pen y el italiano Matteo Salvini, es la tercera fuerza del nuevo Parlamento.
Le sigue de cerca, con el 7,97 %, el partido neonazi Nuestra Eslovaquia, de Marian Kotleba, considerado aún más radical que Sme Rodina.
La formación liberal Libertad y Solidaridad (SaS), que cayó del 12,10 % al 6,21 %, y el recién creado Por la gente (Za ludi), formación centrista del expresidente Andrej Kiska, que obtiene el 5,77 %, entrarían también en el Parlamento unicameral.
En cambio, la nueva coalición centrista Eslovaquia Progresiva-Unidos, donde militó la jefe de Estado, Zuzana Caputova, con el 6,96 % no habría logrado superar el umbral del 7 % exigido para las alianzas (5 % para partidos individuales) requerido para enviar diputados al Consejo Nacional.
Un 65,83 % de los 4,4 millones de ciudadanos con derecho a voto acudieron a las urnas ayer, con lo que la participación superó claramente la de 2016 (59,8 %).