Esta es una de las principales conclusiones del libro El español: lengua para la ciencia y la tecnología, editado por el Instituto Cervantes y la editorial Santillana, en el que se advierte, además, de que la apuesta por mejorar la inserción del español en el panorama de la comunicación tecno-científica es “crucial”, puesto que el porvenir del español se libra en internet.
Este libro, de 136 páginas y presentado ayer en el Instituto Cervantes, contiene cinco capítulos, en los que se escribe de la cultura científica en España, de las revistas editadas en español, del idioma y la sociedad de la información, de los tecnicismos y de las vías de actuación para mejorar el fomento y la difusión del español científico y técnico.
En ellos, sus autores –filólogos, científicos, ingenieros y filólogos– pretenden poner de manifiesto “algunas lagunas” que, de no completarse, pueden “ensombrecer” los pronósticos de futuro del español, que ya ocupa el segundo puesto mundial como lengua materna.
El estudio del español genérico, literario y el de negocios “está bien difundido y disfruta de un crecimiento continuo”, según este libro, mientras que el español científico y técnico “se encuentra relegado a un plano apenas perceptible en el ámbito internacional”.
Los autores apuestan por fomentar la concienciación del valor y la necesidad de difusión del patrimonio del español científico-técnico.