La controvertida ley del himno nacional chino, que puede acarrear hasta 3 años de cárcel a quien injurie la "Marcha de los Voluntarios", entró hoy en vigor en Hong Kong, tras su aprobación el pasado 4 de junio en el Consejo Legislativo de la ciudad semiautónoma.
Fuentes citadas de manera anónima por la radiotelevisión hongkonesa RTHK explicaron que la Policía de la excolonia británica ha recibido formación sobre cómo aplicarla y que las directrices internas "sugieren que la legislación se use solo contra aquellos que insulten de manera deliberada" el himno.
Quienes obren de esa manera no solo se exponen al mencionado encarcelamiento de hasta tres años, sino también a multas de hasta 50.000 dólares hongkoneses (6.451 dólares o 5.713 euros).
Los diputados opositores, así como miles de manifestantes, han mostrado su oposición a esta nueva ley, que consideran viola la libertad de expresión, además de no considerarla el modo adecuado de conseguir que la gente respete el himno nacional chino.
Desde hace más de un año, la situación en Hong Kong se ha ido deteriorando por el impacto de las protestas prodemocráticas en la economía de la ciudad semiautónoma donde el PIB local cayó un 2,8 % y un 3 % en los dos últimos trimestres de 2019, respectivamente, y un 8,9 % en el primero de 2020, al que este año se ha sumado la paralización motivada por la pandemia de coronavirus.
La situación política en la excolonia británica también está lejos de resolverse, con unos gobiernos, tanto en Pekín como en Hong Kong, poco amigos del diálogo o las concesiones, y con un movimiento prodemocrático que ha ganado nuevo impulso a raíz de la aprobación de la ley que hoy entra en vigor, y de una ley de seguridad aprobada por el Legislativo chino el mes pasado.
El citado texto legal tendría el objetivo de "salvaguardar la seguridad nacional" frente a la tan temida "injerencia extranjera" que Pekín ve en las multitudinarias protestas que arrancaron hace ya más de un año, pero abogados y activistas creen que esa ley terminará por cercenar las libertades de que goza la ciudad.
La Declaración Chino-Británica de 1984, que articuló la retrocesión de Hong Kong de manos británicas a chinas en 1997, estableció el mantenimiento durante al menos 50 años a partir de esa fecha de una serie de libertades en este territorio inimaginables en la China continental.
No obstante, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de China, sus portavoces han dicho en numerosas ocasiones que ese documento se cumplió ya en su momento.