Los gestores de la venta El Paisano de Utrera (Sevilla), que presumen cada año de tener, sino la más grande una de las cestas de Navidad más grandes de España, tenían este año la posibilidad de no ponerla en marcha, pero no solo han encarado a la crisis del COVID colocando la cesta, sino que le han añadido un apartamento en la costa de Cádiz.
Es quizás lo que más llama la atención de la impresionante colección de artículos que se han vuelto a colocar en varias partes de este asador ubicado al pie de la Nacional IV, y que sobrevive "a pesar de los golpes que la vida nos ha dado en los últimos meses, porque sabíamos que la apertura del peaje entre Sevilla y Cádiz nos iba a perjudicar, pero la crisis ha traído el coronavirus ha sido ya la puntilla", como explica a Efe el portavoz de la venta, Juan Luis Cadena.
De todas formas, cuando a final de abril se comenzó a plantear si se mantenía la tradición de la cesta, que este año cumple 12 años, se decidió que "no se podía quitar a la gente parte del paisaje de la carretera, como es nuestra cesta, y decidimos no solo tirar palante, sino que le meteríamos un apartamento en el campo de golf de Sanlúcar de Barrameda, con lo que pasamos de 500.000 a 600.000 euros en premio".
A la cesta no le falta un detalle, pero lo que más llama la atención vuelven a ser los vehículos que incluye, entre los que están una autocaravana Weinsberg Pepper, un Ford Mustang, un Fina 500 híbrido, una embarcación estable con motor y una motocicleta BMW R 1.250 RT, a lo que se une un viaje a Eurodisney para dos adultos y dos niños y un crucero por el Mediterráneo para dos personas todo incluido.
Luego, viene la lista de alimentos que incluye, imposible de resumir, con la curiosidad de que, cumpliendo con la tradición, la cesta incluye un bote de bicarbonato, "algo que ya forma parte casi de nuestra idiosincrasia como curiosidad", lo que se une a que este año las papeletas pasan de seis a siete euros la unidad, en respuesta también al aumento de los premios.
"En todo momento planteamos que había que hacer algo importante, incluso la idea del Ford Mustang la teníamos tan metida en la cabeza que lo encargamos el pasado mes de octubre, porque es un modelo exclusivo, y tenerlo en nuestra cesta era una ilusión que teníamos que cumplir", explica Cadena.
El portavoz de la venta enfatiza que los premios están "libres de impuestos", y no se atreve a vaticinar dónde puede caer la papeleta ganadora, ya que, aunque la crisis ha disminuido bastante el tránsito de vehículos por la carretera, no hay persona que paso por el asador que no se lleve en la cartera un boleto, "o más de uno, porque a veces nos dicen que es algo que quieren regalar a los familiares, y en la propia papeleta apuntan para quién es o el dinero que juega cada persona en los siete euros que se invierten".
Juan Luis Cadena explica que la repercusión de la idea de esta cesta es tal que el año pasado una de las papeletas se fue hasta Australia, aunque ya no les coge por sorpresa que su idea dé la vuelta al mundo, porque desde hace cuatro años al menos una de ellas termina en el barrio de Gazcue, en Santo Domingo.
De esta forma, igual que la sombrilla o el bronceador, "llevarse una papeleta a la playa cuando se pasa por la venta ya se ha convertido en una tradición", y ahora solo falta esperar a que llegue la noche del 5 de enero de 2021 y el sorteo de la ONCE decida quién se lleva a casa un premio para que el hace falta algo más que un camión para poder llevarse todo lo que se sortea.