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San Fernando

Las instalaciones del CRMF isleño se adaptan a las medidas anti Covid-19

Tras las vacacional se confía reanudar la actividad habitual con las consabidas medidas preventivas de seguridad higiénico-sanitarias en septiembre.

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Las instalaciones del Centro de Recuperación de Personas con Discapacidad Física (CRMF) de San Fernando se han adaptado a las circunstancias actuales de ‘nueva normalidad’, a consecuencia de la pandemia de COVID19, a la espera de que dichas medidas puedan mantenerse de aplicación general en el nuevo curso, cuando retornen los alumnos y usuarios a dichas dependencias en septiembre próximo.

En concreto, en determinadas zonas como los accesos al centro, áreas comunes de tránsito, salas de espera, despachos y equipos de trabajo de uso común, se ha dispuesto de señalítica específica y de medios preventivos de carácter higiénico-sanitario (pantallas de protección, geles hidroalcohólicos, obligación de mantener la distancia social de seguridad) con el fin de minimizar los riesgos de un posible contagio, teniendo en cuenta las indicaciones contempladas en la ‘Guía de Buenas Prácticas en los Centros de Trabajo’ del Ministerio de Sanidad del Gobierno de España, en sus posibles actualizaciones y de la normativa aplicable en cada momento en esta materia.

Según avance el proceso de desescalada y los escenarios de exposición, las medidas a adoptar evolucionarán según las circunstancias tanto en las zonas comunes como en las específicas de tratamiento y residenciales, de ahí que las medidas adoptadas podrían modificarse en las próximas semanas, con el fin de que al regreso en septiembre de la actividad, los medios preventivos estén adaptados a la situación de cada momento y garanticen el cumplimiento de todas las normas y la salud de las personas -usuarios, alumnos, empleados…- que acuden a estas instalaciones.


Al decretarse el Estado de Alarma por el Gobierno de la nación en marzo pasado, las actividades presenciales quedaron suspendidas, retornando usuarios y alumnos a sus domicilios y se adaptó el número de empleados presenciales a los trabajos estrictamente esenciales de realizar en el propio centro, mientras que el resto de la plantilla siguió trabajando desde sus domicilios.

Las clases se han continuado online hasta finalizar el curso el pasado mes de junio. Tras el periodo vacacional actual, se confía reanudar la actividad habitual, con las consabidas medidas preventivas de seguridad higiénico-sanitarias, en septiembre próximo.

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