Andalucía encara las consecuencias de la crisis económica provocada por la pandemia con 3,2 millones de personas viviendo en riesgo de exclusión, según el Informe sobre el Estado de la Pobreza en Andalucía, publicado por la Red Andaluza de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-A), con datos de 2019.
La provincia de Cádiz, con mayores problemas de desempleo, acceso a la vivienda y con una sociedad rural con mucho peso y con menos oportunidades y servicios, parte de una situación aún peor.
El director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, advierte al respecto, que “las regiones cuyos índices de pobreza y/o exclusión son más elevados son la peor preparadas para afrontar esta crisis”. En el caso de Andalucía, con una tasa de paro del 38%, muy superior al 26% de media nacional, “es necesario acompañar a los más vulnerables en su camino hacia el empleo como única garantía para que las situaciones de pobreza y exclusión no se cronifiquen en el tiempo”.
La Fundación Adecco apunta concretamente a tres colectivos. Por un lado, advierte de que las personas con discapacidad firmaron en Cádiz, en el primer semestre de 2019, 1.548 contratos, frente a los 1.264 registrados en el mismo periodo de este año, marcado por el confinamiento y la desescalada, un 18,3% menos.
Por otra parte, apunta que en el mes de julio se anotaron 78.601 demandantes de empleo mayores de 45 años en la provincia, un 14% más que en el mismo mes del ejercicio anterior, con 68.665.
Y, finalmente, señala que “el estado de alarma ha acentuado el riesgo de violencia de género debido al aumento de las tensiones en el hogar y la dificultad para pedir ayuda en un contexto de aislamiento”. En Cádiz, las denuncias han aumentado un 7% en el último año, frente al descenso generalizado en Andalucía. Asimismo, y aunque no cuenta con la cifra desagregada por provincia, remarca que prácticamente la totalidad de las mujeres que encabezan las familias monoparentales, el 87%, afirma que su trabajo se ha visto afectado seriamente con la crisis sanitaria, según el último análisis de la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS).
“Cádiz es una de las provincias que puede salir peor parada de esta crisis”, lamenta. Entre las causas de esta debilidad enumera “su dependencia del sector turístico, el predominio de las pymes o la escasa dotación tecnológica”. Todo ello, agrega, “incrementa el riesgo de exclusión de las personas que ya afrontaban dificultades antes de la era Covid”.
Mesonero considera necesario “reformular las políticas activas de empleo e invertir en el desarrollo de conocimientos y competencias que permitan recolocar a todos los desempleados por causa de la pandemia en sectores que en estos momentos necesitan candidatos”.
Las decisiones que se tomen en el ámbito estatal son, igualmente, de suma importancia para “evitar la expansión de la pobreza y amortiguar la crisis”. En este sentido, valora como “fundamental despejar el futuro de los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE) a través de medidas adaptadas a cada sector, evitando que culminen en despido y que originen, a su vez, nuevas bolsas de pobreza y exclusión”. Y, finalmente, recuerda el “importante papel del Estado para liderar, promover e impulsar programas de inserción sociolaboral y políticas activas de empleo que den respuesta al creciente número de desempleados en riesgo de exclusión que se prevén en los próximos meses”.