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Viernes 28/06/2024  

Jerez

?Soy de la generación de los nietos de represaliados de la Guerra Civil?

Recuerdo que en mi obra titulada Almanzor Un Especial Universal, figura una entradilla de Cervantes que dice: ?Deben ser los historiadores puntuales, verdaderos y nada apasionados. Y que ni el interés ni el miedo, el rencor ni la traición, les hagan torcer el camino de la verdad, cuya madre es la Hi

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  • José Manuel Algarbani es un estudioso de la historia con todos sus contrastes. -
  • José Manuel Algarbani ?Licenciado en Historia y diplomado en Biblioteconomía y Documentación?
—Resuma brevemente su infancia.
—Nací en Francia a finales de los años sesenta. La emigración hace que mis padres se vayan a trabajar como tantísimos andaluces. Pero al año regreso a la comarca, que es de donde me siento y ahora vivo en Los Barrios. La infancia y la adolescencia las pasé en Algeciras y en el Campo de Gibraltar, habiendo estudiado en el instituto Isla Verde, hasta que me voy a la universidad de Granada, donde hago la diplomatura de Biblioteconomía y Documentación y, la licenciatura en Historia Contemporánea.

—¿Qué estudió más?
—Después paso por una serie de becas de investigación en la Universidad de Sevilla, en la Universidad Internacional de Andalucía, otra de investigación en la Universidad de Cádiz. A continuación, hago un máster en Historia Latinoamericana, otro en Información y Documentación Administrativa en Sevilla. Posteriormente hago la licenciatura en Documentación. Y comienzo a trabajar en el mundo de la enseñanza, estando en la actualidad dando clases de asuntos administrativos en los ciclos medios de formación profesional. También doy clases en la Escuela de Estudios Jurídicos de Algeciras, en la diplomatura de Gestión y Administración Pública.

—¿Por qué se decantó por la Historia Contemporánea?
—En Historia, los tres años primeros son comunes, y después está la especialidad y yo me decanto por la Historia Contemporánea, porque era la que más me ha gustado siempre. Y soy experto en Historia Contemporánea de los siglos XIX y XX.

—Una vez elegidos los siglos XIX y XX, ¿acontecimientos históricos relevantes en el Campo de Gibraltar?
—Un tema que apenas se había tocado aquí era la Guerra Civil Española. Soy de la generación de los nietos de los represaliados de la Guerra Civil. Es la generación que en los países que históricamente hubo circunstancias similares, es la que ha destapado de alguna manera esa historia. Y me parecía que dentro de la ética del historiador, había que tocar un acontecimiento de esta magnitud, el que había sido tocado pero desde mi punto de vista con muy poca profundidad.

—¿Cree que la Memoria Histórica es una moda?
—La Memoria Histórica es una deuda que tenemos en España, siendo un acontecimiento que pasa mucho más tarde de lo que debería haber pasado. Y lo que si es cierto cuando la Administración quiere fomentar algo, lo apoya con su aparato que posee a todos los niveles, resultando más cómodo para el que esté investigando ese campo.

—¿A usted cómo le va?
—Mucho antes sobre esta, entrecomillada moda, sobre la Memoria Histórica, yo investigaba este tema. Y cuando termine esta moda, continuaré. Porque iba investigando sobre la Memoria Histórica por una vereda de zahora, me he encontrado con una autopista de cuatro carriles y la he cogido, pero cuando se acabe la autopista continuaré por la vereda de zahorra.

—Hasta la fecha de lo que ha investigado sobre el Campo de Gibraltar, ¿qué es lo fundamental para usted?
—Unos de los ejes de mi investigación es Gibraltar. El papel de Gibraltar en la Guerra Civil, es algo que no se le ha dado la importancia a nivel nacional dentro del evento de Guerra Civil que tiene, que es bastante importante. Las características del Campo de Gibraltar como zona estratégica la tenemos que tener en cuenta. Y hay otra dimensión que tampoco se ha tocado, que es la represión postguerra en el Campo de Gibraltar.

—Mucha represión.
—Los prisioneros republicanos en los batallones de trabajadores, es un elemento que apenas se había tocado, aunque hay un sendero de los prisioneros y alguna que otra referencia, pero había que poner en orden un poco las ideas sobre esos aspectos. Teniéndose que tener en cuenta también el espionaje en la guerra y postguerra.

—Sé de historiadores locales y nacionales, que comenzaron muy fogosamente, pero al poco tiempo para que le publicaran y subvencionaran sus trabajos, se prostituyeron dejándose absorber y diluir por el poder político.
—Me considero un libre pensador y el que quiera ver en mis trabajos de historiador, política, está equivocado. A mí la crítica que me encanta que me hagan debe de ser con rigor histórico. Cuesta mucho investigar porque todavía hay muchos archivos y mucha documentación a los que no tenemos acceso a pesar de que hay muchos análisis por hacer. Y lo que quiero es que se den puntos de vistas con rigor histórico que es lo que hago como historiador.

—¿Qué visión generalizada se tiene de la Guerra Civil española?
—Nosotros tenemos una visión de la Guerra Civil que emana de la construcción que se hizo en la transición. Y esa idea de Guerra Civil de la transición es la que nos ha llegado hasta ahora. Yo parto de que con las fracturas sociales y con todo lo que queramos decir de la época del sistema republicano, lo que se da es un golpe de estado a un sistema legítimo y legalmente constituido.

—Cuarenta años de ocultismo en la dictadura y de represión contra las libertades
—Después de ese golpe de Estado tenemos la oscuridad que representan esos 40 años de dictadura. La idea de Guerra Civil en relación con la Memoria Histórica que tenemos hoy día después de 30 años de la transición, es la que durante cuarenta años se ha construido en la dictadura. Y que la transición no supo solucionar o que en esos pactos de la transición cayó en el olvido de las fuerzas progresistas.

—¿Cómo observa la situación actual sobre las fosas comunes?
—La postura de Garzón fue valiente, pero parece que se ha quedado a medio camino y no está muy claro lo que se va a hacer. A mi lo que me gustaría en relación a esto y creo que es una postura muy legítima. Es que las personas que tienen muertos en las cunetas, que los tengan en un sitio digno y decente para recordarlos. Creo que es una labor no ya política y ni histórica, sino humana. Y los medios que se están utilizando con Federico García Lorca con todas las tecnologías, los deberían tener todos los familiares con muertos en las cunetas.

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