La empresa municipal Aguas de Cádiz sigue apostando por la generación de energías renovables y tiene ya redactados otros dos proyectos de ejecución para la instalación de sendas plantas fotovoltaicas en dos de sus instalaciones que se unirán a la planta que ya existe en la cubierta del edificio de oficinas de la Avenida María Auxiliadora y que se empezó a explotar hace ahora tres años. Cuando estén en funcionamiento, entre las tres plantas se generará una energía equivalente al consumo anual de 94 viviendas.
Una de estas nuevas plantas se construirá en la cubierta del edificio de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) que tiene la empresa en la Avenida de la Sanidad, conocida popularmente como la Martona, y la otra se integrará sobre los faldones de la cubierta de la nave almacén ubicada en el recinto exterior de la Zona Franca. Estos proyectos son frutos de la política de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que la operadora gaditana del ciclo integral del Agua sigue para la generación de energía 100% renovable.
En la Martona -la estación de bombeo más grande de Cádiz- se levantarán 197 paneles fotovoltaicos de última generación, de 400 Wp cada uno, con tecnología avanzada que permite aprovechar al máximo la radiación y con placas de vidrio a doble cara para hacerlas inmunes a los conocidos efectos de la corrosión que se produce en las estaciones de aguas residuales. La planta estará dotada de cuatro inversores de 20 Kw, con una la potencia nominal de la planta de 77,815 kWp y una generación anual de energía de aproximadamente 133.872 kWh al año que equivale al consumo medio domestico anual de 41 viviendas.
Esta energía se empleará en el autoconsumo de la EBAR por la que circula casi la totalidad de las aguas residuales de Cádiz y buena parte de las pluviales. Durante el ejercicio pasado, el consumo registrado en estas instalaciones fue de 1.168.292 kWh. Con esta planta se cubrirá casi un 12% de las grandes necesidades energéticas que requiere la planta debido al funcionamiento, principalmente, de las bombas de impulsión. La vida útil de la planta se estima en 25 años y la inversión prevista para su ejecución es de 136.995 euros. Al margen de los beneficios medioambientales que supone, Aguas de Cádiz espera amortizar la instalación en un período de unos ocho o diez años y estima que el ahorro en los 25 años de vida útil será de aproximadamente 458.000 euros.
Por otra parte, la planta que se ha diseñado para su integración en la cubierta de la nave de la Zona Franca contará con 200 paneles fotovoltaicos también de tecnología avanzada, de 450 Wp cada uno, con cuatro inversores de 22,5 Kw, con un potencia nominal en 90 kW y una generación aproximada de energía 139.240 kWh al año, el consumo medio anual de unas 43 viviendas.
Colaboración con Eléctrica de Cádiz
En este caso, la energía que se consume al año en este edificio supone solamente el 1% de la que generará la planta por lo que el excedente lo pondrá Aguas de Cádiz a disposición de Eléctrica de Cádiz para el suministro de los clientes que la operadora tenga por la zona.
En una clara apuesta por las energías renovables, ambas empresas municipales deberán llegar a un acuerdo de colaboración para determinar cómo y dónde aplicar los excedentes de energía que produciría esta planta para no dejar pasar la oportunidad de descarbonizar a sus propias empresas y a la ciudad.
Al igual que la anterior, la vida útil estimada de esta planta fotovoltaica es de 25 años y la inversión necesaria para su ejecución es de 130.590 euros. Se espera que una vez llegado a buen puerto el acuerdo con Eléctrica de Cádiz, pueda ser amortizada en un período de unos 12 a 14 años estimándose un ahorro en los años de vida útil de más de 300.000 euros.
Empresa pionera en la reducción de la huella de carbono
Aguas de Cádiz está siendo pionera entre las operadoras del ciclo integral del agua en la eliminación de la huella del carbono y de la huella hídrica. De hecho, estas dos plantas se unirán a la que se construyó en 2017 en el edificio de María Auxiliadora con una potencia inicial de 8,2 kWp que, dado el extraordinario rendimiento conseguido en 2020, se ha ampliado a 20,7 kWp. La planta ya ampliada será capaz de generar unos 33.000 kWh al año de energía 100% renovable para autoconsumo del suministro del propio edificio de Aguas de Cádiz. En términos porcentuales supone un 38% de los 88.000 kWh que consume anualmente estas instalaciones, lo que equivale a la energía media consumida por 10 viviendas al año, según datos de REE (Red Eléctrica Española).
Una vez implantadas estas medidas, en principio pensadas para ejecutarse en el período 2021-2022, cerca del 20% del total de la energía consumida por Aguas de Cádiz se habrá generado mediante energía solar fotovoltaica, lo que además de suponer un ahorro económico, genera una sinergia en cuanto a la huella de carbono.
A pleno rendimiento, la empresa dejaría de emitir el equivalente a 107 toneladas de CO2 al año lo que equivale a plantar 1.508 árboles o recorrer casi 713.000 km al año es un turismo medio.
ACASA sigue estudiando otros métodos y medios que permitan “descarbonizar” la empresa, ya sea mediante otros generadores de energía o mediante la reducción de sus consumos. Entre estas medidas están: la reforma eléctrica de los bombeos de La Paz y Marconi (en ejecución); el estudio de instalaciones de sensorización y tele lectura para medición de consumos eléctricos y caudales bombeados; el estudio de la optimización hidráulica y eficiencia de los bombeos de estaciones de aguas residuales y aguas pluviales; la continuación de la mejora de eficiencia de equipos de iluminación y aire acondicionado de todas las instalaciones; el estudio de viabilidad para ubicar nuevas pequeñas plantas fotovoltaicas en otros emplazamientos (EBAR Marconi, EBAR La Paz) y el estudio de viabilidad para la implantación de pequeños aerogeneradores urbanos, la denominada “mini-eólica” en distintas ubicaciones e instalaciones de la empresa.