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Campo de Gibraltar

El Estrecho se traga 45 vidas de inmigrantes a lo largo de 2020

La APDHA contabiliza ocho muertos en el litoral del Campo de Gibraltar durante el pasado año

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  • Traslado del cadáver de un inmigrante a Algeciras en 2020. -

El drama de la inmigración vio perderse 45 vidas (19 muertos y 26 desaparecidos) en aguas del Estrecho de Gibraltar en 2020. Así lo indica el informe Derechos Humanos en la Frontera Sur 2021, presentado esta mañana por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial.

En concreto, el informe detalla que en la zona más próxima al litoral del Campo de Gibraltar fueron ocho las personas que perdieron la vida, sin que se registre ninguna de las desapariciones contabilizadas en ese área. El suceso más importante tuvo lugar el 22 de julio, con la muerte de seis personas que viajaban en una patera junto a otras ocho que consiguieron salvar la vida.

El 30 de septiembre apareció el cadáver de un joven en una cámara neumática cerca del puerto de Alcaidesa Marina, en La Línea. Por su parte, el 25 de octubre, en Cala Arena, en Algeciras, en un kayak en el que viajaban cuatro personas, una había perdido la vida cuando fueron localizadas.

Con todo, la denominada ruta del Estrecho fue la que menos incidencia migratoria registró el pasado año con esos 45 casos de muertes y desapariciones de un total de 1.717. La ruta con más casos fue la de Canarias (1.239), segunda del Levante (231) y el mar de Alborán (202).

Descenso “pagado”
En relación a esa especial incidencia en la ruta canaria, el informe señala que desde el Gobierno “no se prepararon los recursos adecuados y dignos para la llegada de migrantes a Canarias, provocada entre otros factores, precisamente, por el bloqueo pagado a Marruecos de la zona mediterránea y el Estrecho. Porque ciertamente el bloqueo aludido es una de las causas de ese desvío de las rutas migratorias a Canarias”.

“Se continúa así la tendencia iniciada en 2019 que se basó en el despliegue represivo de Marruecos en la zona del Estrecho, Alhucemas y Melilla para evitar la salida de pateras y la interceptación de estas en su caso por patrulleras marroquíes en su zona SAR. Todo ello engrasado mediante la inyección al régimen alauita de miles de millones de euros de la Unión Europea y del propio Gobierno español. Lo que tampoco va a impedir que puedan volver a aumentar en el futuro”, sostiene el informe, que indica que “esa política represiva marroquí ha tenido un destinatario principal: la población subsahariana”.

El SIVE
Igualmente, en un capítulo del documento dedicado al  SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior), el informe de la APDHA cifra en más de 300 millones de euros los invertidos en su mantenimiento desde su implantación en 2002.

Además, señala que no es muy eficaz “a la hora de detectar pequeñas embarcaciones como las de tipo toys. Lo que se comprobó fehacientemente durante todo el año 2018 en el Estrecho. De hecho, son cada vez más frecuentes las llegadas directas de embarcaciones a la costa sin ser detectadas por el SIVE, incluso las grandes pateras de madera”.

A estas “lagunas”, añade el informe, se suman “las producidas por funcionamientos deficientes, bien porque los sistemas quedan obsoletos, o las cámaras están defectuosas por mal mantenimiento o sabotaje de los narcos”.

“El descenso o incremento de la llegada de pateras está relacionado con el mayor o menor despliegue y diligencia de países subcontratados por la UE y España (en este caso, Marruecos, Mauritania y Senegal), para ejercer de gendarme de fronteras”, sostiene el documento de la APDHA.

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