La Soledad de San Jerónimo podrá recuperar la tradición suspendida en 2020 de liberar a un preso común por Semana Santa después de que el Gobierno haya concedido el indulto a un condenado por la Audiencia Provincial de Granada a solicitud de esta hermandad granadina, conocida popularmente como la de Las Chías.
El indulto fue informado favorablemente por la Audiencia tras la propuesta de la hermandad de la Soledad y Descendimiento, según han indicado fuentes judiciales a Europa Press, después de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) de este miércoles haya publicado el real decreto firmado por el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo.
El BOE, consultado por Europa Press, especifica que el ahora indultado fue condenado por la Sección Segunda de la Audiencia de Granada como autor de un delito contra la salud pública a tres años y dos meses de prisión, con accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, y multa de 5.000 euros.
"Atendiendo a las circunstancias del condenado" consideradas en los pertinentes informes de la Audiencia y la Fiscalía, "concurren razones de justicia y equidad", que, previa deliberación del Consejo de Ministros de este pasado martes, conducen al indulto "pendiente de cumplimiento a condición de que no vuelva a cometer delito doloso en el plazo de cuatro años desde la publicación del real decreto".
La hermandad no procesionó el Viernes Santo de 2020, como el resto de cofradías, por las restricciones derivadas de la declaración del primer estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus, en un año que, además, fue el primero en una década en que el Gobierno no concedió el indulto a un preso común.
Este año no procesionará tampoco, en el marco de las restricciones articuladas por las autoridades sanitarias contra la pandemia, pero sí podrá recuperar la tradición de liberar a un reo de su condena. También en Andalucía, en Málaga, el subdelegado del Gobierno en la provincia, Teófilo Ruiz, anunció este pasado martes el indulto de tres presos por parte del Consejo de Ministros que serán liberados por la cofradía de Jesús El Rico de la capital malagueña, para cumplir la tradición, por la que normalmente se libera a un solo interno, después de que en 2020 "todo quedó en suspenso" por la pandemia de covid-19.
TRADICIÓN DE INDULTO
La última beneficiada hasta el momento en Granada por un indulto a propuesta de la hermandad de la Soledad fue, en 2019, una mujer de nacionalidad española y mediana edad, que cumplía condena, ya en tercer grado, por un delito contra la salud pública.
En la procesión y de forma anónima, esta mujer, que cumplió su condena en el penal de Albolote, en el área metropolitana de Granada, fue, portando una vela, detrás del catafalco del Cristo del Descendimiento.
Según la tradición, y cuando hay procesiones, el reo va escoltado por dos hermanos de la Soledad, y junto a un tercero que llevará un cojín con el pergamino con la resolución del indulto, que firman, antes de la salida del cortejo desde el Monasterio de San Jerónimo de Granada capital, representantes de la Audiencia de Granada, el Arzobispado, la Real Federación de Hermandades y Cofradías, la Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento, así como el Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército de Tierra, en representación del Rey Felipe VI.
La cofradía granadina recuperó este privilegio en 2010, después de 82 años, ya que llevaba sin hacerlo desde 1928, cuando le fue conmutada la pena capital a un reo que había sido acusado de homicidio que logró reducir su castigo a cadena perpetua gracias a la merced otorgada por Alfonso XIII.
JUSTICIA Y EQUIDAD
Tradicionalmente, las cofradías solicitan esta medida de gracia para aquellos reos del ámbito de su provincia que cumplen los requisitos de cualquier indulto ordinario, en los que concurren razones de justicia, equidad o utilidad pública.
La Virgen de la Soledad celebró en 2019 el reconocimiento diocesano de la Curia por la devoción de Granada a esta talla mariana, que llevaba casi 400 años procesionando en Viernes Santo de forma prácticamente ininterumpida, y recuperó sobriedad en su estación penitencial en la calle.
Así, la dolorosa, obra de Pedro Mena en el XVII, fue ataviada al modo del principios del siglo pasado, también en conmemoración de la distinción de la Curia, por la que salió en rosario vespertino en otoño de 2018.