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Jerez

La Hermandad del Rocío de Jerez hace historia en un Pentecostés inédito

Privada de romería, la familia rociera celebró una multitudinaria eucaristía en la plaza de toros

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Una imagen de la misa de la Hermandad del Rocío de Jerez en la plaza de toros.

Una imagen de la misa de la Hermandad del Rocío de Jerez en la plaza de toros.

Una imagen de la misa de la Hermandad del Rocío de Jerez en la plaza de toros.

Una imagen de la misa de la Hermandad del Rocío de Jerez en la plaza de toros.

Una imagen de la misa de la Hermandad del Rocío de Jerez en la plaza de toros.

La Hermandad del Rocío de Jerez celebró este domingo en la plaza de toros la eucaristía de la Solemnidad de Pentecostés, un hecho inédito que vino dado por la suspensión de la romería y la necesidad de buscar un emplazamiento adecuado en el que acoger al mayor número posible de personas.

La eucaristía estuvo presidida por el Simpecado, entronizado en su carreta, dándole escolta hasta veinte carros perfectamente engalanados para la ocasión. También se sumaron a ese altar los dos antiguos simpecados que conserva la hermandad, en memoria de los rocieros de siempre. 

La ceremonia fue oficiada por el administrador diocesano de Asidonia-Jerez, Federico Mantaras, y concelebrada por una decena de sacerdotes.

La organización dispuso centenares de sillas a lo largo y ancho del ruedo, garantizándose una separación mínima entre ellas de metro y medio. Además, también se habilitaron los tendidos para dar cabida a la familia rociera jerezana.

En total, el aforo máximo permitido en base a la actual reglamentación sanitaria ascendió a 3.500 personas, quedando apenas unas 300 sillas libres. Se habilitó un espacio para mayores y otro para personas con problemas de movilidad.

Para organizar todo este dispositivo fue necesaria la participación de un amplio equipo de voluntarios, que durante toda la jornada trabajó para hacer posible el desarrollo de una eucaristía huérfana de precedentes históricos.

La eucaristía resultó especialmente emotiva porque permitió comprobar una vez más el importante poder de convocatoria que tiene la devoción a la Blanca Paloma, pero también por coincidir con un periodo enmarcado ya en el tramo final de la pandemia.

Al final, se rindió un sentido homenaje a Álvaro Domecq Romero, que saludó desde el ruedo recordando sus tiempos como rejoneador. 

El hermano mayor de la Hermandad del Rocío de Jerez, Joaquín Vallejo, anunció además que la corporación va a solicitar al Ayuntamiento la concesión a Álvaro Domecq del título de Hijo Predilecto de la ciudad. 

Por segundo año consecutivo no ha sido posible celebrar la romería de Pentecostés, pero ahora se ve ya más cercano el momento de la vuelta a la plena normalidad y esta circunstancia lo hace sin duda más llevadero.

La Hermandad del Rocío va a seguir acercando su Simpecado a los jerezanos, que desde este lunes se encontrará en el Hospital San Juan Grande a disposición de los enfermos. El Rocío de luz y esperanza que se propuso para este año cobra cada día mayor sentido. 

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