La población de Arcos ya puede disfrutar plenamente de la avenida Muñoz Vázquez tras su reapertura al tráfico de vehículos después de haber permanecido casi ocho meses en obras. La importancia de esta actuación viene dada, en primer lugar, por un problema de seguridad pública, ya que la considerada como principal vía urbana porque vertebra el centro de la ciudad, sufría un claro hundimiento como consecuencia de la rotura de las redes de saneamiento y del deslizamiento de los terrenos. Y, en segundo, porque necesitaba una puesta al día en su iluminación pública y en su sentido estético.
Los trabajos han sido posibles gracias al Programa de Fomento del Empleo Agrario (PFEA), que ha invertido 1,2 millones junto a las obras del vivero de empresas en el edificio Emprendedores y la reurbanización de los Pisos Sindicales. Los honores de la inauguración corrieron a cargo de la presidenta provincial, Irene García, al ser Diputación una pieza fundamental en la inversión junto a la Junta, el Estado y el Ayuntamiento de la ciudad; ocasión en la que puso de relieve el esfuerzo económico que ha supuesto para su institución.
García destacó además no sólo lo necesaria que era esta obra para la población arcense, sino también para la generación de empleo a través de miles de peonadas entre trabajadores del régimen agrario que así tendrá más fácil recibir el subsidio. Asimismo, la presidenta se mostró convencida de que la Diputación es la administración que más está invirtiendo en los municipios gaditanos, ayudando en este sentido la fijación de la población a su territorio. Así, manifestó que si la Junta hiciera lo propio se podría hasta “cuadruplicar” las actuaciones en el municipio. Irene García también reseñó la importancia de la obra para el tejido comercial de la zona y se refirió al “cambio radical” que ha experimentado esta céntrica zona. Por último, felicitó al alcalde Gambín y a su equipo de Gobierno por la elección de esta obra “que viene encaminada a mejorar también la imagen del municipio”.
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Isidoro Gambín, agradeció el compromiso de Diputación con estos trabajos y recalcó una vez más la importancia de la obra ante el estado anterior de la avenida. Gambín pediría de nuevo disculpas a la población por sufrir las consecuencias de la actuación durante casi ocho meses, para concluir que “sin duda, ha merecido la pena”.
Como anécdota, un vehículo Volkswagen T-Roc fue el primero en cruzar la nueva avenida, siendo su conductora aplaudida simbólicamente por los presentes en el acto inaugural. Como segunda anécdota, la Policía Local interpuso minutos después de la inauguración la primera sanción por una infracción al estacionar un vehículo en un lugar no autorizado.
Un guiño a la gestión económica
Durante su visita, la presidenta de Diputación enalteció el trabajo económico del Ayuntamiento que se ha traducido recientemente en un remanente positivo de tesorería de casi tres millones de euros, una situación que no se producía desde hace tres décadas. García dijo que las actuaciones en los municipios están necesariamente ligadas a una buena gestión del dinero público. Así, citó al Ayuntamiento de Arcos como un ejemplo de buena gestión y de compromiso con los ciudadanos.
Sobre La Verbena
Además, la presidenta de Diputación se refirió a las siguientes obras previstas en la barriada La Verbena, para asegurar que el compromiso de su institución sigue “intacto” para aportar medio millón de euros. Sin embargo, está a la espera de que la Junta mueva ficha porque teóricamente la primera inversión de la nueva fase de obras para consolidar los terrenos debe ser de la administración autonómica, que debe aportar como ya tiene presupuestado 1,5 millones de euros. La maltrecha barriada por los graves problemas de deslizamiento de los terrenos de la ladera oeste también está pendiente de una inversión municipal de 300.000 euros. García espera que las tres inversiones previstas, por ese orden, se empleen de la forma más coherente y beneficiosa para los vecinos. Veintidós familias están a la espera de la recuperación total del edificio que tuvieron que abandonar por su estado ruinoso.
